Cada día prefiero alejarme un poco más de todo.
Vivir en mi mundo, sin ninguna obstrucción ajena a él.
Y sé que eso jamás fue una opción buena para la salud mental de un humano medio.
Pero estoy tan jodidamente deprimido que no veo dónde puede estar la salida de todo esto. ¿Conoces esa pesadilla que trata sobre intentar escapar de arenas movedizas, esa que en la que cuánto más corres, esperando salvarte, más rápido te hundes? Pues yo estoy quieto, hundiéndome lentamente pero sin un ápice de ganas de salir (mi alma pesimista me dice que en cuánto salga, habrá otras arenas más movedizas esperando mi próximo paso).
Y sí, he sido fuerte, me he caído y me he recuperado de los golpes que la vida te da, he aprendido lecciones, y toda esa verborrea que se le dice a la gente que pasa por un mal momento.
En cambio ahora no veo esa razón, ese click cerebral que hace que todo cambie.
Ya ni me apetece escribir, ni me apetece crear ideas nuevas, nuevos personajes, nuevas risas... y lo peor es que no tengo ni la más remota idea de cómo coño he llegado hasta este punto.
Esto que ahora escribo es como un vómito, un intento de sacar toda la mierda acumulada durante meses en negro sobre blanco.
Necesito encontrar motivaciones nuevas, algo que me haga cambiar este odio que sube por mi garganta como un escupitajo por el buen rollo que siempre tuve y que me haga dejar de autocompadecerme diciendo "Pobre de mi", mientras con la camiseta del pijama y en calcetines cambio de canal mecánicamente, sin pararme a ver si hay algo interesante.
Y sé que cuando quiero soy bueno haciendo lo que me propongo, muy bueno, me atrevería a decir.
Y por eso me sigo alejando un poco más de todo, porque nadie es capaz de ponerse en mi lugar.
Geme, he borrado twitter, pero al pasarme por aquí y verte medio chungui quería decirte algo. Te lo he escrito en la dirección de abajo.
ResponderEliminarhttp://mensajeembotelladoaungeme.blogspot.com.es/2016/05/ey.html