Esa sonrisa de loca cuerda, de quién sabe perfectamente lo que hace pero quiere engañarme.
Esa mirada de no haber roto un plato cuando no quedan vajillas a su paso.
Esa soberbia modestia o esa modesta soberbia que tiene y me descoloca.
Ese andar que provoca escalofríos.
Ese saber que la tengo a un milímetro pero que nunca la alcanzaré, a menos que ella quiera.
Esa cara de ilusión cuando algo le gusta.
Esa manera de reír, como millones de campanillas sonando a la vez, provocando un estruendo que me hipnotiza y sólo puedo imitar.
Esa manera de tocar y dejarse tocar.
Ese protagonismo que no busca pero que siempre tiene, tanto en mi vida real como en mis sueños.
Ese quereme y hacer que la quiera, siempre sin condiciones.
Esa parte de mi vida sin la que ya no entendería el existir.
Esa es ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario