A veces me siento en el sofá con la ventana abierta, dejo que el aire frío entre y me espabile.
Que me baje de las ensoñaciones que suelo tener. Esas ensoñaciones en las que todo acaba, nada tiene sentido y sólo veo un descanso eterno. Y, aunque como diría Sheldon Cooper: "¡No estoy loco, mi madre me hizo pruebas!", me pregunto qué cojones hago aquí, por qué sigo con esta pantomima.
Entonces la veo. Y todos pensamientos de repente se volatilizan, desaparecen como si jamás hubiesen estado allí. Todo vuelve a cobrar sentido cada vez que veo el brillo ilusionado de sus ojos.
Y aunque a veces piense que todo el peso del mundo me cae encima a mi, que parece que un Concilio de Tuertos y que el mismísimo Murphy se han aliado para mandarme toda la mala suerte del mundo, que los gatos negros del barrio me esperan en el portal, que los espejos se rompen a mi paso y que vivo en el nº13, Calle Melancolía, siempre aparece ella para espantar toda la mala suerte y ayudarme a ponerme derecho con solo agarrarme la mano.
Y puede parecer que soy una persona despreocupada, un vivalavirgen, un rollingstone, pero mis inseguridades hacen que la mitad de los días de mi vida los haya pasado mirando un techo mientras mi cabeza daba vueltas en el silencio más absoluto de la noche, sabiendo que en unas horas iba a salir el sol, las gaviotas iban a empezar a gritar y la vida en el barrio iba a comenzar de nuevo.
Y entonces la veo...
viernes, 21 de febrero de 2020
miércoles, 19 de febrero de 2020
El Chiste
Moría un poco cada vez que te veía, mi alma escapaba del cuerpo para posarse en tus labios, mientras me aspirabas como el humo de un cigarro.
Inventé mil vidas por ti, y me creí las mil, pero ahora me veo tendido en el suelo, con las piernas destrozadas sólo por seguirte en tu camino lleno de piedras.
Y sé que tengo que dejarte, que eres una droga, una enfermedad terminal, pero aguanto bien el dolor y quiero saber hasta que punto llegarías por salirte con la tuya.
Y sé que te has divertido conmigo, pero has acabado con la sal y el picante que le ponía a la vida.
Vivo en otra de tus peticiones de vidas inventadas y en esta has tirado al suelo el puzzle que había recompuesto con la forma de mi corazón. Y ahora sólo puedo pintarme la sonrisa, carcajearme nerviosamente, porque tengo miedo y ganas de llorar al mirar el futuro... Y lo peor es que si me dieran la oportunidad de volver atrás y elegir mi destino, volvería a elegirte a ti, y ahí está el chiste.
Y mira que he intentado alejarme sin hacerte daño, pero ahora sólo me gustaría verte desaparecer, evaporarte lentamente del mundo mientras mi cara vuelve a sonreír por primera vez en mucho tiempo.
Y quiero rebelarme, volverme el cabrón que era antes de tu llegada, que las piezas rotas de mi corazón se vuelvan una negra coraza metálica. Ya te has reído lo suficiente, y ahora toca darle la vuelta a la tortilla. Esta vida nueva me la voy a inventar para mi, y me la voy a creer. Ya no va a haber golpes, ni discusiones, ni moratones en el alma. No contaste con que la mecha de esta bomba de relojería llevaba demasiado tiempo encendida y olvidaste que, aunque tarde, todo acaba explotando. Y ahora todo son escombros, cenizas y humo, ya no queda nada del fuego que éramos.
Así que inventaré otras mil vidas y me las volveré a creer todas, y volveré a pintarme la sonrisa y a carcajearme nerviosamente por el miedo. Porque sé, que aunque quiera convencerme de lo contrario, si me dieran la oportunidad de volver atrás y elegir mi destino, volvería a elegirte a ti.
Y AHÍ ESTÁ EL CHISTE.
Inventé mil vidas por ti, y me creí las mil, pero ahora me veo tendido en el suelo, con las piernas destrozadas sólo por seguirte en tu camino lleno de piedras.
Y sé que tengo que dejarte, que eres una droga, una enfermedad terminal, pero aguanto bien el dolor y quiero saber hasta que punto llegarías por salirte con la tuya.
Y sé que te has divertido conmigo, pero has acabado con la sal y el picante que le ponía a la vida.
Vivo en otra de tus peticiones de vidas inventadas y en esta has tirado al suelo el puzzle que había recompuesto con la forma de mi corazón. Y ahora sólo puedo pintarme la sonrisa, carcajearme nerviosamente, porque tengo miedo y ganas de llorar al mirar el futuro... Y lo peor es que si me dieran la oportunidad de volver atrás y elegir mi destino, volvería a elegirte a ti, y ahí está el chiste.
Y mira que he intentado alejarme sin hacerte daño, pero ahora sólo me gustaría verte desaparecer, evaporarte lentamente del mundo mientras mi cara vuelve a sonreír por primera vez en mucho tiempo.
Y quiero rebelarme, volverme el cabrón que era antes de tu llegada, que las piezas rotas de mi corazón se vuelvan una negra coraza metálica. Ya te has reído lo suficiente, y ahora toca darle la vuelta a la tortilla. Esta vida nueva me la voy a inventar para mi, y me la voy a creer. Ya no va a haber golpes, ni discusiones, ni moratones en el alma. No contaste con que la mecha de esta bomba de relojería llevaba demasiado tiempo encendida y olvidaste que, aunque tarde, todo acaba explotando. Y ahora todo son escombros, cenizas y humo, ya no queda nada del fuego que éramos.
Así que inventaré otras mil vidas y me las volveré a creer todas, y volveré a pintarme la sonrisa y a carcajearme nerviosamente por el miedo. Porque sé, que aunque quiera convencerme de lo contrario, si me dieran la oportunidad de volver atrás y elegir mi destino, volvería a elegirte a ti.
Y AHÍ ESTÁ EL CHISTE.
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