domingo, 18 de octubre de 2015

XII

A veces me pregunto que sería de mi sin oír esa voz que lo único que hace es que orbite a tu alrededor hasta que me mareo. También me pregunto qué es lo que pasará por esa cabeza e investigo, curioso, que es lo que ocultas y acabo de nuevo mareado, pero vale la pena. 
Estar a tu lado es como vivir bajo el agua, pero sin la sensación de ahogo permanente, vivir en una locura pero siendo consciente y disfrutándola.
Porque adoro cada cosa que haces, me encanta tu manera de afrontar el mundo, e incluso cuando eres una borde, o tus manías y chorradas. Y sabes que lo daría todo por ti, al igual que tú por mi, que siempre consigues animarme aún cuando estoy por debajo del subsuelo de la tristeza.
¿Cuántas veces tengo que decir que tienes que olvidar las penas y empezar a disfrutar como mereces?
No dejar que nada te hunda, aunque siempre estará mi mano para sacarte del fondo de ese lago. 
Eres mi musa, mi única meta,  mi distracción, mi canción preferida, la que hace que cambie mi humor cuando la oigo.
Y tenemos las mejores manos sobre la mesa y las apuestas están claras. Y sé que aunque arriesgue todo es imposible perder, porque tú y yo siempre hemos jugado con nuestras cartas marcadas, y nadie jamás se dio cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario