¿Sientes como el viento entra en la habitación por aquella rendija? Sólo quiero que nos toquemos, sentirte, y que el sol alumbre los pecados que cometeremos. Encenderte, que no dé tiempo de llegar a la cama. Hagámoslo en cualquier sitio, enamorémonos, intentémoslo. Porque nunca te dejaré sola, estaré contigo de sol a sol, te levantaré en cada uno de tus tropiezos.
Y nos hemos cerrado mucha veces así que empecemos a abrir puertas. Volvamos a la carretera hasta encontrar nuestro sitio, que el aire que entra por la ventana despeje todo el ambiente. Y, una vez nos reencontremos, vas a tener que pararme, porque sólo voy a quererte en todo tu ser y recordarte que ya jamás sentirás aquella soledad, porque veremos amanecer todas las mañanas juntos.
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