Aparento estar siempre seguro de mi mismo, pero suelo estar de mierda hasta el cuello, por estar tan convencido de unas cosas y ser tan pelele en otras...
Por eso me siento a oscuras, mientras suena música de fondo y me pongo a pensar, pero qué coño, pensar no sirve de nada, así que mejor abro otra cerveza y me dejo ir...
Hay botellas por el suelo y un par de espejos se han roto y yo sólo espero que no se te ocurra venir hoy por casa... Sé todas las veces que te he hecho daño y que después de ésta ya no querrás volver a verme, y, tras despertarme con el ron en la mano y la camisa rota, me doy cuenta que más bajo no se puede llegar a caer...
Y aún recuerdo mi época destroyer, en la que con mis pintas incluso tenía mi público femenino, en la que aguantaba bebiendo animaladas...
Y ahora...
Ahora, con todo este pedo sólo se me ocurre que te quiero, que quiero estar contigo, y al momento me dan ganas de mandarte a la más profunda y olorosa de las mierdas.
Seguir bebiendo hasta matarme sería una opción a la que no tengo miedo, pero la verdad, no me apetece...
Casi mejor crear otro mundo de fantasía en el que tú sigues queriéndome...
O seguir gastando billetes de bar en bar, volver casi ciego y escribirte estas cosas, estos "relatos de amor" como he oído llamarlos por ahí... O acercarme a cualquier otra, decirle una sarta de estupideces para conquistarlas, inventando de mil maneras diferentes mi vida...
Seguir cayendo bajo, cada vez más bajo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario