jueves, 19 de febrero de 2015

Adiós (Carta de amor de un suicida)

Hola cariño,
Te escribo esto porque sé que te sorprenderás verme tirado, o colgado, o quizá con los sesos desparramados por toda la sala, que eso aún no lo he decidido.
Porque me voy a matar.
Y es por tu culpa.
Ya no sonríes. Ya no me miras. Ya no hacemos el amor. Ni recuerdo cómo sabe tu cuerpo.
¿No era más fácil haberme dicho "hasta luego" en el momento en el que decidiste que todo se había acabado que estar estirando inútilmente una relación que estaba muerta?
No sabes lo frustrante que es entrar en casa y verte en la chaiselong, con un programa cualquiera en la tele, en pijama y saludando con un gesto, sin ganas.
Sin ganas de nada.
¿Recuerdas cuando íbamos al cine, o cuando salíamos a dar un paseo, o de compras? ¿O cuando cogíamos el coche, y sin pensarlo nos pirábamos a Vigo, o a Madrid?
Joder, que todavía recuerdo tu sonrisa cuando nos liábamos la manta a la cabeza, o tu cara de ilusión cuando aparecías con un regalo para mi o cuando era yo quién lo hacía.
Y ahora...
¿Y ahora qué?
¿Qué es lo que ha pasado?
¿Por qué ha desaparecido la persona que conocí?
Pillaría una granada, me cortaría la mano con una espada, me pondría delante de una bala o me tiraría al tren, como la canción de Bruno Mars que últimamente parece que me persigue allá dónde voy, por ti. Pero tú, ahora, no harías lo mismo por mi.
Así que por eso te digo adiós. Por eso te escribo esto. Por eso quiero que lo leas y que todo lo que te quede de vida sepas que fue por tu culpa.
Te miraré con una sonrisa mientras tú sufres, aquí desde en el infierno.
Adiós cariño,
Te Quiero...

No hay comentarios:

Publicar un comentario