5 de la mañana. Los ojos como los búhos. Pocas ganas de dormir. Tener en la cabeza a quién no tengo que tener. Recordar a quién no está. Echar de menos a quién todavía no ha llegado. Saber que el sueño me hará volver a ver a quién no es recomendable ver. Tener apalabradas todo lo más dos horas de dormir. Sólo apetecerme escribir. Hacerlo y no encontrar inspiración como la de antaño. Las musas ya no pasan por aquí, y se les echa de menos. Verme el tatto. Pensar en todas las chicas que tengo en el brazo. Saber que están bien. Pensar otra vez en lo viejo que ya estoy. Volver a echar de menos a quién no ha llegado. Volver a recordar a quién ya no está.
Todo es cíclico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario