viernes, 30 de diciembre de 2016

Como cuando...

Al pasar por la carretera de vuelta a casa, siempre se me gira el cuello hacia la zona aquella en la que vivías.
(Sí, lo sé, es algo peligroso. La mirada siempre fija en la carretera y las manos agarradas al volante. Nada de distracciones.)
Siempre, es una manía, miro hacia aquel edificio.
Y me pregunto si seguirás allí.
¿Cuántos años han pasado: ocho, nueve, puede que más, verdad? Porque hace unos siete que yo me fui.
Me tuve que ir, esta ciudad agobiaba, siempre decías que era muy pequeña para cualquiera de los dos. El límite era el cielo, ¿recuerdas?
Y ahora al volver, ver tu calle, tu casa, te echo de menos.
Como cuando vives fuera y añoras el mar.
Como cuando creces y añoras la ilusión de la Navidad.
Como cuando nos queríamos y nos despedimos.
Un par de veces estuve en un tris de no contarla,
¿Sabes? Me he lanzado sin red a todo lo que creía que podía ser bueno, o por lo que tenía curiosidad. Recuerdo que siempre me decían, desde pequeñito, que no fuese tan rápido, que no quisiese llegar antes que los demás, que no fuese el primero en probar la profundidad del río.
Y ahora me vuelvo a ver aquí. Hasta juraría que te he visto en la ventana, fumando, con los brazos apoyados en el quicio, sonriéndome y a punto de preguntarme "qué horas son estas de llegar" a buscarte.
Pero no, no estás.
Quizás sean las horas de viaje o el ver de nuevo esas ventanas lo que hace que vuelvas a mi mente.
Y aparco. Y aprieto fuerte la mano contra el volante. Y me pregunto por qué ostias he vuelto. Pero sé la respuesta. Como siempre, he vuelto por ti. Ni todos estos años han conseguido que te evapores de mi recuerdo.
Y lo mejor es que ni tú estás. Ni yo llegué a irme del todo de aquí.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

¿Otra vez, Doctora?

Llegó y se encontró a aquel chico, solo, sentado en una mesa, colocando cartas en un completo azar en un tapete mohoso y roído y se acercó a él.
- Soy la doctora López. Eres Karlos, ¿verdad?
Él levantó la vista y sonrió casi imperceptiblemente con la parte izquierda de su labio mientras asentía, tirando otra carta encima de aquel montón.
- Estoy aquí para ayudarte, ¿te tratan bien, estás contento con tus compañeros?
- Sí, doctora, aquí todos hemos cojeado alguna vez. Sólo hay que fijarse en cuál es el pie problemático de cada uno.- seguía sin levantar la cabeza del mazo, mientras una tras otra las cartas seguían cayendo.- Pero eso usted lo sabe bien, ¿verdad?
Tragó saliva, intentando aparentar una tranquilidad que en ese momento se iba escapando a demasiada velocidad, mientras se colocaba el pelo detrás de la oreja y leía el informe de su nuevo paciente:
"Karlos Goday, 34 años, ingresado tras un brote psicótico. Había intentado quemar un edificio entero una mañana sin que, tras investigaciones sobre su pasado, mediase ninguna acción en su contra".
Lo miró. Era bajito, no llegaba al 1´65. Debilucho. Delgado. Pero algo la hizo desconfiar. Quizá sería esa mirada, o la forma de sonreír. Algo estaba claro que iba mal en el cerebro de aquel chico que tenía delante.
- Sólo llevas una semana aquí, y por orden judicial. ¿Crees que es dónde deberías estar?
- Claro que es dónde debo estar. Intenté quemar un edificio con toda la gente dentro- dijo en tono jovial, mientras recogía las cartas y las barajaba.- Me pregunto por qué le extraña tanto...- clavó sus ojos en ella.
- No tenías antecedentes penales anteriores, ni arrebatos de ira, ni medicación que pudiese provocar esos brotes. Los informes dicen que jamás ni con tu familia ni con tu grupo de amigos habías estallado de manera violenta. Me han asignado tu caso y llevo unos días estudiándolo a fondo. Quiero comprender por qué lo has hecho. Aquí nunca has dado un problema. Tomas tu medicación, haces la tareas que te encomiendan, incluso tienes una buena relación con otros pacientes de este ala. No alcanzo a entender qué fue lo que te pasó por la cabeza para hacerlo.
- Es simple, doctora López. ¿Ve a Santiago, el que está sentado viendo la tele? Triple asesinato. Su mujer y sus dos hijos. ¿Alberto, el que está ayudando al celador a recoger el armario que se rompió esta mañana? Mató a su jefe y hasta ese momento era el empleado modelo. Y su mujer y la niña fuera.
Todos somos personas normales hasta que tenemos la oportunidad, doctora...- empezó de nuevo a colocar las cartas en el tapete- Hasta usted. Sólo hay que encontrar su aguja de marear.
- No, Karlos. Yo estudié la carrera y estoy aquí intentando ayudaros a todos vosotros.
- ¿Está segura?- sus ojos se volvieron a clavar fijos en ella- Mire a Alberto- la doctora giró hacia dónde el chico señalaba- Nómbrele a su mujer, pero por si acaso vaya pidiendo una inyección de calmantes antes. Cualquiera de nosotros somos el ejemplo perfecto de "el hombre es malo por naturaleza" como diría Hobbes. Una cerilla puesta cerca de la mecha y PUM, el petardo estalla. Parece mentira que usted no sepa que tomando un café en el Starbucks puede servirle el próximo Ted Bundy, o que aquella dependienta tan maja de H&M sea la nueva Charles Manson. Usted, como todos, también tiene una mecha. ¿Quién es Andrea, doctora?- sonrió mirándola.
- ¿Cómo conoces a Andrea?- preguntó asustada.
Un torbellino de imágenes aparecieron repentinamente y la marearon. Apretó dos dedos contra sus ojos, para intentar calmar un poco esa sensación de vértigo que le invadía y tras abrirlos de nuevo, todo había cambiado.
Un señor con bata blanca y barba estaba delante de ella.
- Clorpomazina para ésta, está teniendo un ataque...
Notó un pinchazo en el brazo y todo se hizo oscuro.
..
Horas después estaban en el comedor. Era el único momento en el que internos e internas podían estar juntos.
Un chico se sentó enfrente de ella, haciendo juegos de manos con un mazo de cartas.
- ¿Otra vez has sido doctora?

sábado, 15 de octubre de 2016

El Espejo

"No debí hacerlo", le dijo, "Eso de hundirme en un agujero que yo cavé y del que todavía tengo tierra en las uñas... Eso es bien, pero bien...", sonrió, "Pero sin malas decisiones, ¿cómo sabes cuáles son las buenas? Aunque con las mías se podría hacer un museo de los despropósitos en el que yo estaría en la puerta como el Maestro de Ceremonias de un circo dándoles la bienvenida a mi absurda vida a los visitantes", hizo una reverencia entre aspavientos, invitándola a entrar a una inexistente puerta circense, "¡Pasen y vean al inimitable hombre de las mil cagadas!", ella sonrió, "He sido la oveja descarriada, el chico del humor negro y los gustos raros, nada de lo que hacía estaba bien pero, y aquí viene el meollo de la cuestión, a mi me gustaba cómo era y lo que hacía, así que seguí adelante, aún sabiendo que esa manera de ser me iba a cerrar muuuuchas puertas, pero eh, mírame, aquí sigo y de una pieza" se señaló de arriba a abajo, "Por eso me revienta el alma el verte con esa cara, esa sonrisa pintada y ya no te quiero contar cuando te oigo definirte... Parece talmente que tengas una venda puesta en los ojos." Se tapó los suyos con las manos, "Pero mira" se los destapó, " ¡es fácil! Inténtalo", ella lo hizo entre risas, "¿Ves? Te lo dije... Y ahora dime, ¿no notas los colores de las cosas?" Asintió, "¿no ves que hay cosas más allá de tó lo negro que tú te empeñas en ver? Sólo te pido que mires atrás y veas lo que has logrado, ¿eso lo haría alguien que no vale? Si estoy seguro que la mitad de las veces tu cansancio se debe a las tres millones de vueltas que le das a la cabeza" se levantó y giró sobre si mismo, "mira, sólo tres vueltas y ya voy como los patos mareaos" ella soltó una carcajada, queda, pero carcajada al fin y al cabo "Sabes que no quiero que pases por lo mismo que pasé yo, así que respira hondo, levanta la cabeza, vamos a tomarnos un cubata a la salud de los envidiosos, y al que no le guste tiene dos problemas: el no gustarle, (que ya hay que ser malaje para que no te guste ver a la gente bien, también te digo)" guiñó un ojo, "y el vernos sonreír porque, colega, tengo el bolsillo lleno de billetes y tenemos todo el tiempo del mundo para nosotros... Y recuerda una cosa, anda, te lo pido por favor, sólo tienes que hacer feliz a una persona, a esa que te sonríe ahí" señaló un espejo que tenían a la izquierda, " y oye, yo conozco a esa tía y si te fías de mi criterio, esa niña es jodidamente perfecta"

sábado, 8 de octubre de 2016

Los Poemas Perdidos Sin Rima: Que La Fuerza Te Acompañe

Querida
Un día te diste cuenta de tu poder
Ese que te hace especial

Líneas y líneas caen a tu paso
A un gesto solamente

Flipante es verlo, de veras
Un caer de ojos, una sonrisa
Es para pillar palomitas durante el show
Rastros de babas masculinas marcan tu camino
Zascas se llevan tras tu indiferencia
Artes de seducción, las llamo yo

Tendrías que impartir clases, y lo sabes
En esa universidad tienes cátedra perpétua

Amigos, enemigos, rehenes casuales
Cualquiera cae en tus redes
Oh, princesa de una galaxia muy, muy lejana
Mientras tú sonríes pícara
Poderes poderosos en tu mano tienes
A dónde quieras los llevas
uÑa y carne se muerden los pobres al verte
Eres la heredera de la fuerza y que siempre te acompañe!!

martes, 4 de octubre de 2016

Los Poemas Perdidos Sin Rima: Siempre

Solo entiendo la vida de una manera
Incluyéndote a ti en ella
Es imposible no recordarte, no pensarte
Me resulta complicado olvidar tus ojos
Pretender no ver tu sonrisa
Revolverme en la lucha que tengo
Enfrentarme a la realidad de no verte

Seguir día a día sin verte
Intentando sonreír a gente que ni me importa
Ensayando poses que me hagan parecer humano
Manejando los tiempos para no caer al suelo
Pidiendo a cualquier dios un fin a esto
Rezando para que vuelvas
Elevando plegarias para verte, una vez más

Soñando con soñar contigo
Imaginando días y noches a tu lado
En una casa en la que todo sea nuestro
Maravillado de tu cara en la mañana
Prendado de tu risa a mis tontás
Rendido al contoneo de tu cuerpo
Enamorado de cada centímetro de tu alma

Sabiendo que hasta el tiempo tó lo dice
Insistiendo en cada una de nuestras ideas
Esperando que el destino nos sonría
Mientras brindamos con chupitos y alegrías
Prefiero nuestras idas y venidas
Riendo, riendo, riendo, riendo al verte
Espectacular, como SIEMPRE

domingo, 2 de octubre de 2016

Los Poemas Perdidos Sin Rima: El Tiempo Lo Dirá

Es una sensación extraña
La de ver todo a oscuras.

Todo tras un filtro negro.
Incluso duelen los ojos.
Empezar a acostumbrarse a esto,
Meditar sobre la importancia de la luz,
Perderle el miedo,
Otear el horizonte con las manos.

Lanzarse sin pensar a una piscina,
Olvidar las leyes de la gravedad,

Discernir qué está bien  y qué mal.
Inventar el mundo sin verlo,
Respirar un nuevo aire,
Aprender a quererte sin verte, sólo el tiempo lo dirá...

lunes, 19 de septiembre de 2016

Almas

Estaba haciendo el desayuno cuando ella llegó a la cocina.
- Tenemos que hablar- dijo sin levantar la vista de la taza en la que vertía la leche, metiéndola luego en el microondas- Tranqui, sólo es un ratito, ¿quiéres un café?- preguntó sonriendo mientras ella asentía, cogiendo una silla y apoyando los brazos en la mesa.
Cogió aire y, esperando el tintineo del micro, miró a través de la ventana, sabiendo que aquello sería duro, que esa conversación sería de todo menos cómoda, y preguntándose cómo cojones habían llegado a este ese punto.
- Llevamos dos años juntos y nos conocemos- guiñó un ojo- Pero ya no sé cómo decirte esto. Y no voy a empezar a echarte nada en cara, sé que lo que haces lo haces porque en esa cabecita las cosas funcionan de una manera distinta a la normal y que tienes justificación para todo. Pero no es normal que todos los días te vea llorar, o que te encierres en ti misma y no dejes entrar a nadie...
- ¿Me vas a dar otra vez el sermón sobre cómo tengo que vivir MI vida?- dijo alzando la voz y la vista, que hasta ese momento estaba fija en uno de los azulejos de la cocina- Debes estar de coña.
- Tranquila...- dijo casi en susurro, intentando apaciguar unos ánimos que ya empezaban a caldearse.
- Ni tranquila ni ostias. Es mi vida, ¿crees que a mi por un casual me gusta estar así? ¿Te crees que no intento ponerle remedio? Pero claro, es mucho más fácil ponerse condescendiente y hablar desde tu atalaya de sabio, ¿no?
- ¿Y tú sabes lo difícil que es entrar en casa y ver a alguien que quieres hundido y sin querer hacer absolutamente nada?
- ¡¡Pues claro que lo sé!! ¡¡Soy yo la que está así!! Mi curro es una mierda, esto es una mierda ¿Vida social? ¿Hemos tenido eso alguna vez? Y ahora intento que lo nuestro funcione, me vengo unos días a tu casa, y tengo que aguantar otra vez tu cantinela, haciendo como si lo supieses todo y tuvieses todas las soluciones... Y si tanto sabes y tanto arreglas, ¿por qué no ves dónde están tus fallos en vez de rebuscar tanto en los míos? ¿Has hecho caso alguna vez a lo que te decía que me jodía? ¿Has puesto atención cuándo te hablaba? NO, pero claro, consejos vendo pero para mi no tengo...- dio un largo sorbo al café y miró a la taza, mordiéndose el labio y con lágrimas de rabia en los ojos y cogió las llaves del coche- Y te reconozco que soy muy difícil de llevar, pero tú no has hecho NADA, NUNCA, por intentar que esta mierda funcione...
- ¿Y ahora te vas así?- preguntó todavía sorprendido por la explosión que acababa de contemplar- ¿No vas a decir nada para arreglar esto?
- ¿Arreglar el qué?- por primera vez en la mañana sonrió. Se había dado cuenta que él nunca vería su parte de culpa en el problema, y que es imposible describirle los colores a un ciego, pero aún lo es más describírselos a quién no quiere ver- Espero que seas feliz, de veras, pero no va a ser conmigo- fue a la habitación, metió la ropa que había desperdigada en la maleta y se dirigió a la puerta, mientras él, todavía taza en mano, la miraba pasar, absorto por lo que había ocurrido- Hasta siempre- dijo lanzando un último beso.
Arrancó el coche, bajó la ventanilla y encendió la radio: unos frailes cantaban acerca de cómo salvar un alma, y ella, sonriendo de nuevo, pensó, que al menos ese día, un alma había sido salvada, la suya.

viernes, 26 de agosto de 2016

Yo, Robot.

Me dejas sin palabras, lo que es complicado en alguien como yo.
He estado de pie sosteniendo sobre mis hombros todo el peso, sólo porque un día lo pediste.
Y todo con buen gesto, pintando sonrisas en nuestras caras.
He sido el actor principal en la representación que habías orquestado, bailando, cantando y haciendo payasadas para tu regocijo. Todo para tu regocijo.
Y puedo seguir, vaya si puedo seguir.
Porque me he vuelto un robot, ya ni siento ni padezco. Antes sangraba al caer, ahora sólo me desconecto temporalmente.
Tus palabras, que antes dolían, ahora son una concatenación de 1's y 0's que mi cerebro procesa y deshecha.
Aunque a veces veo que miras los cuadrados en los que se han convertido mis pupilas, buscando algo que sabes que estuvo ahí y mi parte humana lucha entre el amasijo de hierros que ahora soy para gritar que sigo aquí y que sólo tienes que extender la mano y sacarme.
Pero vuelves a sonreír y tocas mi metálica frente.
Apagado hasta mañana.

domingo, 14 de agosto de 2016

21 días

21 días.
Parece poco, ni siquiera un mes
Pero dile tú a mi corazón que es poco
Dile a mis ojos que no te ven
O a mi sonrisa que no será la tuya la que le responda
Dile a mi cabeza que no te piense
O al tacto de mis dedos extrañándote
Dile a nuestras conversaciones en silencio que ya no estás
O esas palabras que brotan a la vez, aunque no lo hayamos planeado
Dile a mis sueños que sigan manteniendo tu imagen
O mi mente implosionará
Dile al boli que escribe esto que vas a volver
O no llegarán folios para seguir imaginándote
Dile a las hojas de calendario que se apuren
Que para mi 21 días sin ti siempre serán demasiados.

viernes, 8 de julio de 2016

Los Poemas Perdidos Sin Rima

Sin ti estoy genial,
Sigo vivo, salgo, viajo, veo cosas...
Pero contigo todo es diferente.
Las días pasan más despacio,
Puedo estar horas colgado de tu sonrisa
Viéndote reír, sincera
Sabiendo que nuestras miradas
Dicen más que cualquier conversa
Que hasta lo malo se convierte
En oro sólo si lo quieres, alquimista
Y que ningún futuro
Tiene el más mínimo sentido
Sin tu pronombre personal acechando
Mis días, mis noches, incluso mis sueños
Pierden sentido sin comentarlos contigo
Mi piel quiere tinta tuya
Yo quiero que pintes algo
Y, haciendo el chiste fácil
Ya no pinto nada sin verte...
Es fácil vivir sin ti?
Nunca, cada paso se hace plomo,
Cada rima sigue sin existir
Pero
Mágicamente
Haces que todo sea poesía
Cuando esa mirada se posa en mi
Y haces que bailemos sin música

martes, 14 de junio de 2016

¿Cómo estás, peque?



Hacía mucho que no se veían, los dos estaban muy ocupados y casi no tenían apenas tiempo para verse, por lo que decidió hacerle una visita sorpresa.

Llegó a la casa, subió en el ascensor y al llegar a la entrada de su piso escuchó música.

Sonrió. Seguía siendo el mismo de siempre, con la música alta.

Metió la llave y entró.

- ¡Hola!- dijo con voz cantarina, mientras andaba por el pasillo camino a la sala de la que venía la música.

Al entrar lo vio sentado en la silla, y con la cabeza tumbada sobre la mesa.

Con una botella de vodka y un bote de pastillas al lado.

Corrió hacia él gritando su nombre.

Parecía que no respiraba.

Llamó a una ambulancia, que apareció casi al instante. Cuando pusieron el cuerpo en la camilla, se encontró un papel con algo escrito:

"¿Cómo va todo peque?

¿Qué tal va todo?

Sé que estás ocupadísima,

pero joder, se te ve genial.

Ni siquiera las obras de arte

brillan la mitad que tú, de veras...

¿Cómo llevas todo eso de no vernos?

¿El estar tan lejos ya a pesar de estar tan cerca?

Sabes que estaré siempre a tu lado,

que sólo necesitas cerrar los ojos

y recordar nuestra canción...

Quizá ahora las cosas son más difíciles

pero créeme que antes o después,

ya nada tendrá la importancia que le das.

Todo irá bien, te doy mi palabra,

al final lo conseguirás...

Tengo tantas cosas que quiero decirte

que no me salen las palabras,

agredecerte todo lo que me quieres

y lo que haces por mi...

Que ni los kilómetros, ni el tiempo

pueden hacer que deje de querer estar a tu lado,

Que siempre habrá aviones, o coches que nos lle en a cumplir nuestros sueños

por mucha gente que dude y se ría,

es una promesa y me conoces,

sabes que siempre las cumplo

porque sin tí, el mundo sería mucho peor.

Y sé que ya no somos lo que éramos,

que ya ha pasado muchísimo tiempo

pero que siempre lo que haga será por ti"

Hizo una bola y lo tiró mientras seguía a los técnicos de emergencias...

- Menos mal que me quieres y quieres que cumplamos nuestros sueños, mientras te metes pastillas con alcohol- pensó mientras dos lágrimas, mezcla de impotencia y rabia hacia su amigo, caían por su mejilla.

martes, 24 de mayo de 2016

Arenas Movedizas

Cada día prefiero alejarme un poco más de todo.
Vivir en mi mundo, sin ninguna obstrucción ajena a él.
Y sé que eso jamás fue una opción buena para la salud mental de un humano medio.
Pero estoy tan jodidamente deprimido que no veo dónde puede estar la salida de todo esto. ¿Conoces esa pesadilla que trata sobre intentar escapar de arenas movedizas, esa que en la que cuánto más corres, esperando salvarte, más rápido te hundes? Pues yo estoy quieto, hundiéndome lentamente pero sin un ápice de ganas de salir (mi alma pesimista me dice que en cuánto salga, habrá otras arenas más movedizas esperando mi próximo paso).
Y sí, he sido fuerte, me he caído y me he recuperado de los golpes que la vida te da, he aprendido lecciones, y toda esa verborrea que se le dice a la gente que pasa por un mal momento.
En cambio ahora no veo esa razón, ese click cerebral que hace que todo cambie.
Ya ni me apetece escribir, ni me apetece crear ideas nuevas, nuevos personajes, nuevas risas... y lo peor es que no tengo ni la más remota idea de cómo coño he llegado hasta este punto.
Esto que ahora escribo es como un vómito, un intento de sacar toda la mierda acumulada durante meses en negro sobre blanco.
Necesito encontrar motivaciones nuevas, algo que me haga cambiar este odio que sube por mi garganta como un escupitajo por el buen rollo que siempre tuve y que me haga dejar de autocompadecerme diciendo "Pobre de mi", mientras con la camiseta del pijama y en calcetines cambio de canal mecánicamente, sin pararme a ver si hay algo interesante.
Y sé que cuando quiero soy bueno haciendo lo que me propongo, muy bueno, me atrevería a decir.
Y por eso me sigo alejando un poco más de todo, porque nadie es capaz de ponerse en mi lugar.

Un Paso Atrás

Dí un paso atrás al verlos.
Desde el principio vi que aquello no iba a ser de color de rosa.
Podía ver que pese a las fotos en las que parecía todo perfecto se escondían muchas inseguridades y dolor.
Pero ella parecía aceptarlo.
A veces parece que Dios es bueno y benevolente, que es la suprema bondad, pero hay que recordar que también arrasó pueblos enteros y puso a prueba a muchos hombres y mujeres sólo por diversión.
Y ahora era aquel, en apariencia, perfecto hombre el que tensaba una cuerda que estaba a punto de romperse.
Y ella continuaba viéndolo con una tela en los ojos, considerándolo lo mejor de su vida.
Un hombre, que sentado, con media sonrisa pintada en los labios, veía cómo ella se derrumbaba, se partía en mil pedazos, se deshidrataba a base de lloros, mientras ella parecía encantada con todo aquello.
Ya no le quedaba voz para explicar lo que sentía.
Ya no le quedaban fuerzas para aguantar otro asalto.
Ya no podía resistir otra discusión, en la que pese a tener razón, dejaba que fuese él quien se llevase el gato al agua.
Seguía creyendo que todo podía acabar como esos cuentos que de pequeña leía, ávida de nuevas aventuras e historias, sentada en la cama, con la pequeña luz de un flexo como iluminación con la espalda pegada a la pared, imaginando un futuro lleno de finales felices, en los que ella sería la protagonista.
La realidad era diametralmente opuesta: desplantes, promesas vacías, amenazas veladas...
Y, aún así, eso le hacía sentir que él todavía la quería porque seguía a su lado. Eso era la felicidad para ella.
Hasta que un día intentó correr pero una especie de fuerza gravitatoria hacía que siguiese girando a su alrededor, un "contigo porque me matas, un sin ti porque me muero".
Tenía que liberarse, convertir toda esa fuerza negativa en algo fatuo, en humo que pudiese atravesar para alcanzar la felicidad,
Y se levantó un día, llorando. Llorando como nunca lo había hecho antes. Sabiendo que quizá había perdido algunos de sus mejores años en una espiral. E intentó salir.
Yo sólo dí otro paso al verlos, de nuevo, juntos.

jueves, 7 de abril de 2016

Sube a Casa

Llegó en el momento perfecto.
Estaba en un portal, bajo el tejadillo de una casa, en una noche lluviosa y fría.
No se oía apenas nada.
Sólo una música, lenta, quizá proveniente de alguna ventana abierta, un par de pisos más arriba.
Se preguntó qué era lo que le había llevado allí.
Si realmente valía para algo o, lo más importante, para alguien.
Si como en las películas, encontraría a alguien a quién llamar hogar.
Era una puta noche fría y seguía intentando arreglar el puzzle deshecho en el que se había convertido su mente.
La única manera sería que alguien le ayudase.
Que alguien cogiese su mano para auparle de aquel frío asiento.
Daba igual de quién se tratase, sólo necesitaba una mano.
Alguien con quien estar en ese momento.
Y de pronto vio gente acercándose.
Vio caras.
Pero un rayo de esperanza apareció entre todo aquel batiburrillo en el que vivía.
Unos ojos se clavaron en los suyos.
Unos ojos que se conocían.
Unos ojos que daban calor en aquella helada noche.
Y se levantó.
Y los otros ojos se le acercaron.
Y sonrieron.
Y la voz de esos ojos le dijo: "Sube a casa, anda"




El Camino

Sé que casi nunca me salen las cosas bien, pero también que había algo que endulzaba el día: nuestras conversaciones. Y las añoro. Y busco las palabras exactas para definir lo que siento ahora mismo, y lo único que veo es una papelera llena de hojas arrugadas, con las que me creo Pau Gasol tirando desde el sofá...
A veces pienso que somos literalmente la otra cara de una misma moneda, el complemento la una para el otro, la otra para el uno y que tenemos trazado, punto por punto, el plan perfecto para el futuro.
Pero de repente, un día hay un punto, en el que no sé por qué, todo se tuerce y como Dom y Bryan cada uno toma caminos diferentes en la carretera.
Y me jode verte irte, alejarte de mi, e incluso lo veo injusto, ya que yo siempre estuve a tu lado, incluso cuando la noche duraba veinticuatro horas y no veías ninguna luz cerca.
Y ahora soy yo quién no ve nada, y me pregunto dónde coño estás. Miro por la ventanilla del coche, busco atajos para llegar hacia el punto en el que nos separamos, porque recuerdo tus "siempre estaré ahí cuando me necesites", pero no hay manera...
Y ya no tengo ni idea sobre qué camino seguir.
Ni puta idea.
Y me tiro a descansar, cerrando los ojos, y ahí estás.
Perenne.
Día a día.
Y las ganas de volver a buscarte aumentan de nuevo, cuando ya he tirado la toalla y la he recogido de la lona millones de veces. Creo que es porque tu "veneno" es demasiado fuerte y no voy a ser capaz de superar. Rectifico. No voy a querer superarlo.

domingo, 27 de marzo de 2016

Personas Magnéticas

Hay cosas que me cuesta un huevo explicar.
Y una es ese magnetismo que tienen algunas personas.
Personas que con una mirada hacen que no quieras apartarte de ella ni el más mínimo instante.
Personas que, con dos palabras, porque no hacen falta más, hacen que todo alrededor cambie.
Personas que sabes que han sufrido y que sufren, pero que nunca jamás tienen una mala palabra para la gente a la que quieren.
Personas a las que, una vez que las ves felices, sonriendo francas, no puedes olvidar esa cara y esa risa.
Personas que, a la vez que te cuidan, quieres cuidar sin condiciones, y lo quieres hacer siempre.
Siempre fui muy de admirar a ese tipo de personas magnéticas.
Siempre fui muy de admirarte. Y creo que siempre lo seré.

jueves, 24 de marzo de 2016

La Pastilla

Me veo sentado en ese portal, como siempre con música en mis cascos.
Sé que es de noche porque todo está oscuro y no se escucha ni el ruido de los grillos.
Ese extraño momento en el que ya se acabó la hora de la fiesta pero aún no empezó la hora de la vida normal, y veo que tengo una botella de algo que parece calimocho en la mano.
Y al abrir los ojos dos lágrimas calientes, como si salieran del infierno, bajan por mi cara helada, mezclándose con la escarcha de mi barba de tres días.
Y sé perfectamente qué motivo las lleva a caer a esa velocidad.
No puedo seguir así contigo. No puedo ser siempre el comodín al que recurres, no puedo ser tu anestesia, tu lugar de paz, porque mi mente acabará siendo un caos cuando resurjas.
Miro la botella, y con dos compañeras de las anteriores lágrimas de nuevo resbalando por mi cara, doy un largo trago. La garganta me rasca, el vino está caliente y la cocacola ha perdido ya todo el gas, pero sigo bebiendo y llorando.
Bebiendo y llorando.
Bebiendo.
Llorando.
Y empiezo a correr, mientras un batería marca mi ritmo de carrera, aunque a trompicones.
No quiero ir a casa.
Sólo correr, sin dirección.
Correr hasta romper del todo.
Correr hasta curarme de esa enfermedad en la que eres síntoma y cura a la vez.
Pero siempre hay algo que me llama a volver a ti, a ese punto de paz en el que vivimos ambos. Ese punto de guerra en algunos momentos. Ese punto de gloria en otros.
E intento mirar adelante, ver otras caras, otras nuevas versiones de ti, pero no, tu cara se aparece siempre, como un recordatorio de a dónde debo volver.
Paro, respiro, vomito. Algo de lucidez parece volver a mi mente.
Quiero volver a casa.
Quiero verte sonreír.
Quiero que tú seas la pastilla que cure este insomnio.

martes, 8 de marzo de 2016

Tú (Siempre)



A veces es divertido ver cómo le damos vueltas a las cosas, tanto tú como yo que somos reservados para expresarnos.
Hemos estado con pasta y sin un duro, pero ahora, cuando nuestra suerte cambie de nuevo, molaría tener un casoplón a pie de playa, y estar tiraos en la terraza, riéndonos de los peces de colores.
Pero por ahora no puedo hacer más que escribir, (aunque no estaría mal saber dibujar, me encantaría, como a Leo DiCaprio, dibujarte como a "una de sus chicas francesas"), así que procedo a juntar unas cuántas letras. Y sí, será otra chorrada ñoña como la que muchas veces escribo, pero esta es para ti, así que espero que no te moleste que diga que mi vida sería millones de veces peor si no estuvieras cerca.
Yo, que antes podía estar sin levantarme de cama cuando estaba deprimido, o dándome cabezazos contra una pared imaginaria por no poder resolver las cosas, ahora sólo noto como la inspiración viene tras verte o estar hablando contigo. Y ahora hasta la lluvia no me incomoda un lunes, o cualquier día, si sé que en algún momento acabaré viéndote y eso es porque sabes cómo animarme, qué decir, cómo sonreírme para que los problemas vuelen.. Y a veces me enfado, o me rayo por tonterías, ya sabes cómo soy, y de repente llegas y me miras con esos ojos llenos de cariño, esos ojos que se ríen al verme hacer el idiota... Esos ojos por los que sería capaz de dar la vuelta al mundo, bajar al infierno, subir al cielo, incluso cruzar puentes que cruzan carreteras...
Y te diría lo que ya sabes, así que, léelo en mi mente, que yo ya sé cómo será tu cara tras leerlo. ;)

miércoles, 24 de febrero de 2016

Los Poemas Perdidos Sin Rima, pt.III

Que van pasando las horas
mientras espero que el efecto de las pastillas llegue
y en la duermevela
mi cerebro busca una imagen con la que
al fin, poder irse tranquilo a reposar.
Y siempre eres tú,
da igual la de paiahsos que me cruce
o la de bromistas que me busquen las cosquillas,
como en una de Tarantino,
siempre estás en el medio conmigo,
quizá dentro de mi cabeza...
Y ahora pasan los minutos
y mis dedos ya resbalan lentos por el teclado,
pero tú apareces más firme, más tangible,
y la mente hace que la sonrisa suba
mientras los párpados bajan.
Y la hijaputa de la luna entra por la ventana
preguntándome por qué la dejo sola,
pero claro, no sabe que a veces lo mejor,
es que después de un día sin verte,
que mis ojos se cierren es la única manera
de que estés conmigo...

domingo, 24 de enero de 2016

Negro Sobre Blanco

Hay historias que no merecen un final feliz.
Que no merecen una última mirada atrás.
Hay historias que son como el agua estancada, hay que dejarlas correr antes de que te enfermen.
Hay historias que no merecen segunda parte en la que los protas se rediman, porque sencillamente no sería creíble.
Hay relatos bonitos y buenos, que aún acabando mal, gustan por su brevedad.
Hay historias que una vez terminadas dejan huellas imborrables, tanto para bien como para mal. Pero una vez pasada la última página, es mejor no volver a ese libro.
Hay historias que hacen crecer.
Hay historias que nublan la mente.
Y hay historias que todavía están por escribir, y que pueden terminar como la mano que pone negro sobre blanco en sus páginas, quiera.

martes, 19 de enero de 2016

Imagina

Hay un problema que tenemos los que sufrimos de insomnio.
Tenemos un momento en el que no estamos despiertos, pero tampoco dormidos.
Yo creo que es el tiempo en que la imaginación hace de las suyas y hace que soñemos prácticamente despiertos.
Y me encanta.
En ese momento todo es posible:
En ese momento, tú y yo estamos juntos y somos felices. Duermes conmigo y sonríes, aún con los ojos cerrados, y nuestra casa es una finca enorme en la que tus perros saltan y gozan sin acercarse a mi nada más que para que les dé mimos. Los niños juegan mientras nuestras familias, la gente que de verdad queremos, disfrutan de un desayuno riquísimo.
Es un sitio en el que tú vas a trabajar en lo que en realidad adoras y yo, sigo escribiendo novelas de éxito.
Es un sitio en el que jamás tenemos problemas de pasta y en el que nuestros mejores amigos nos invitan a ir de vacaciones a sitios en los que siempre soñamos estar.
Es un sitio que sé que podría hacerse realidad pero por ahora sólo existe en mi mente.
Es la imaginación, el sitio en el que todos querríamos vivir.

martes, 5 de enero de 2016

Queridos Reyes Magos 16

Queridos Reyes Magos:
Lo primero de todo es agradeceros lo que me trajisteis el año pasado, mi casa y mi vida son muy diferentes, así que gracias.
Se os olvidaron algunas cosillas para mis amigos, pero bueno, se ve que algunos no se portaron tan bien, y eso ya escapa de mi alcance...
Pero bueno, a lo que íbamos. Creo que este año me he portado genial, tanto a nivel personal como con mucha gente que me rodea, así que paso a relataros lo que quiero...
Para Noe, Nere, y Javi, mucha tranquilidad, muy buenas noticias en el curro, que se puedan venir definitivamente a Galicia para tenerlos más cerquita y ya si os empeñáis, un bodorrio por todo lo alto, que "me encantan las bodas, qué corra el ron", parafraseando al Capitán Sparrow.
A Tatiana más aventuras, más fiestas, más curro, más amor, más de cualquier cosa que quiera... (que es exactamente lo mismo que el año pasado, pero es lo que siempre quiero que tenga)
A Menchu, tranquilidad, horarios flexibles y vacaciones en los mejores sitios, que le encanta viajar.
A Pablo y Lucía un mapa de Ferrol, a ver si se acuerdan dónde está esto, y se vienen a tomar algo conmigo, que ya conozco Coruña entera y, ahora sin bromas, que este año sea el del afianzamiento en el curro, que todo venga de cara y que Evita, hermana y cuñada de los susodichos, a la par que hermana mía también, cuide a Lola tanto, que crezca tan o más guapa y risueña que la madre.
A Samu, que siga siendo el padrazo que es, que siga siendo el gran amigo que es, que siga teniendo a los dos cielos de críos que tiene y que estos crezcan pareciéndose a él, que eso será una gran señal.
Para Carol e Irys que todos vuestros planes salgan cada vez mejor, que lo que planeamos los tres nos salga digno de una peli/trilogía perpetrada por Peter Jackson, JJ Abrams o Bryan Singer, o qué coño, por Pedro Almodóvar, que nuestras vidas dan pa eso y pa más, cloncillos.
A Iris muchas visitas a casa, mucho éxito con su blog, muchas ideas para su mente super creativa y muchísimas noches en el sofá, con nuestras versiones retro de Youtube...
A Saray, otro mapa de Ferrol, que tampoco se acuerda muy bien de dónde está esto... Y sobre todo felicidad, un buen curro, mucho amor y que nunca se olvide que de aquí se llevó un pedazo de corazoncito y que quiero que lo guarde bien.
A Saúl, Humber, Fran y el resto, muchas horas de tarima, muchas horas pegados a un folio, muchas horas de estudio, muchas horas en un coche de Ceca pa la Meca, que aunque en principio no parece un regalo, estoy muy seguro que lo agradecerán si se lo traéis.
A Coral y a Noemí, mis pontevedresas preferidas, que se suban por aquí, nos sentemos en una mesa, filosofemos, politiquemos y solucionemos el mundo.
A Laurita y a Patricia, que os siga gustando lo que escribo, que sois un acicate para seguir, y que, por supuesto todo os vaya genial y vuestros planes se cumplan siempre.
A Carla, que esa inspiración, que esas fotografias y que ese cariño que demuestra siempre nunca falten.
A Nuria, una motosierra, que estoy seguro que sabrá sacarle partido.
A Sara un cargamento de Estrella Galicia bien fria, muchos libros y buena compañía con la que disfrutar de los tragos.
A Ana, mi gemela isleña, muchos viajes a la península, muchos conciertos interesantes, muchos libros y muchas pelis.
Y a María, que todos sus planes salgan bien, que los proyectos que tenemos en mente se cumplan uno por uno, que no le abandone la sonrisa, y que si lo hace sea sólo de manera momentánea, que siempre tenga cerca a todos los que quiere y que le quieren, que su pequeñajo siga creciendo tan bien y se parezca a ella, que sus primos sigan molando y creciendo y fijándose en ella, también será buena señal. Que su madre, su padre y sus tíos, sigan todos bien y "que no les falte de ná, que no, que no". Y sobre todo que siga al lado de este que escribe.
Para mi, como el año pasado, poca cosa, por no decir nada, sólo que se arreglen pronto los problemillas que hay, que me mantengáis un añito más la inspiración y que cumpláis lo que he pedido para el resto.
Sin más, espero que tengáis una gran noche.
Atte:
Karlos.

domingo, 3 de enero de 2016

La Mochila

Desde que tenía uso de razón siempre salía de casa con su mochila.
Llevaba un par de libretas, unos rotuladores, un boli, por si la inspiración aparecía.
Llevaba un balón, un pequeño balón de fútbol sala, por si en medio de uno de sus paseos, le apetecía soltarse y desfogar chutando contra una pared.
Pero sobre todo llevaba fotos. Fotos de sus amigos, de su verdadera familia.
Hasta que llegó un día en el que llegó a un sitio que le entusiasmó.
Pero ese sitio era distinto a todo lo que había conocido.
Era un sitio serio, un sitio en el que tenía que dejar cosas atrás, tenía que dejar cosas importantes de su pasado.
Sopesó en la entrada todo aquello.
Momentos vividos o futuro prometedor.
Vivir en las nubes o poner los pies en el suelo.
Peter Pan o Peter Banning.
Nada o todo. Todo o nada.
Soltó su brazo derecho de la mochila, se quitó la gorra y la guardó dentro.
Si lo iba a hacer no podía mirar atrás.
Entró con una sonrisa, imitando la de aquella chica que le abría puerta.
Ahí quedaban, para siempre, el fútbol, las historias y la gente que ya no volvería a ser parte de su vida.
En aquella pequeña mochila, pintada, y llena de recuerdos durante tantos años.