viernes, 11 de diciembre de 2015

No Puedo Resistirme

Abrió la puerta con fuerza.
Iba a irse de ahí, no podía aguantar más.
Pero de repente, una sonrisa cínica apareció en su rostro y se giró, con el pomo de la puerta todavía en la mano.
- ¿Sabes?- dijo girándose mirándola, mientras ella esperaba quieta en el quicio de la habitación- Contigo creí que todo iba a ser perfecto, pero vamos, al poco me di cuenta de que no era todo tan bonito como mi cabeza lo pintaba... La verdad es que no sé por qué me sorprende ahora esto- negó con la cabeza- A veces parece como si los dioses cogiesen sus palos de titiriteros y jugasen con nosotros hasta ver a dónde podemos llegar sin explotar... Y lo peor, es que siempre te querré, incluso cuando se te va la olla como ahora... Mira- carraspeó- Estoy afónico perdido... Y mira cómo está la casa... No entiendo a qué vino eso de lanzarnos las cosas... Y ahora yéndome, te estoy dando la razón, aunque sabes perfectamente que soy yo quién la tiene, pero siempre tiene que ganar vuesencia, majestad- hizo una mueca, reverenciándola- Porque es que aún encima me creo toooodos tus cuentos, con toda la ponzoña que rezuman y el poco sentido que tienen... Pero es que me encantan... Debo ser masoquista, porque créeme que lo único que quiero es cerrar esta puerta y que te quedes para siempre encerrada en estas cuatro paredes, pero no soy capaz de irme porque sé que nuestros cabreos se evaporan casi tan rápido como llegan...
Y ahí sigues, sin decir una puta palabra, viendo cómo me estoy vaciando, e incluso sonríes... Y yo no puedo resistirme a esa sonrisa- dijo cerrando la puerta y volviendo a la habitación con ella.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Venid

Venid a hablarme de amor cuando os paséis horas sin dormir hablando con la persona a la que queráis, cuando afrontéis vuestros miedos más atávicos sólo por estar con ella, cuando paséis hambre o frío porque no le falte de nada, cuando sepáis lo que piensa con sólo una mirada, o ni siquiera eso, cuando aceptéis que hay momentos en los que se toman decisiones que puede ser que no os gusten ni un ápice...
Ni puta idea sobre qué es el amor.
Ni siquiera conocéis a la persona a la que decís amar.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Fumando Espero...

Hay pitillos en los que la ceniza que tiro me recuerda a ti.
Sí.
Los disfruto.
Pero sé que no van a durar para siempre.
Y me jode.
Por eso siempre me enciendo otro.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

También es Ella

Ella es como esa canción del verano que no puedes sacarte de la cabeza.
Es el sabor de un jarabe.
Es la pesadilla de la que no te puedes despertar.
Es el hielo.
Es el plato de una dieta que estás haciendo y odias.
Es esa lluvia torrencial cuando estás lejos de casa.
Es una película del medio día de Antena3.
Es la sábana que se te enreda en el pie cuando más frío hace y no te tapa.
Es una noche sin pegar ojo, dando cabezadas cuando tienes que hacer algo durante el día.
Es esas ganas de no volver a articular palabra.
Es el pasado más oscuro, los recuerdos más tristes.
Es la falta de ambición.
Es el fin, aunque quisieses que fuese el principio.
Es ella.
También es ella.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Dónde?

El otro día viendo una foto suya, en la que se reía, recordé aquellos buenos momentos que compartimos, cuando todo era sencillo y aunque lloviese, sólo notaba calor.
Ahora parece que al verla ya hay sólo frialdad, como si hubiese demolido todo aquel mundo y me parece que si me quedo mirándola mucho tiempo sólo encontraré el final de un oscuro pozo.
Tenía y sigue teniendo unos ojos oscuros en los que perderse, que lo mismo hacen que ardas como pueden congelarte la sangre en las venas, pero cada vez que noto una punzada de dolor en su mirada, no puedo evitar acercarme e intentar ayudarla, porque todavía recuerdo estar sentados mirando a cualquier punto infinito, en silencio, en ese silencio cómodo que comenta Mia Wallace.
Pero ahora sólo hay tormenta, rayos, estallidos de ruido y demás mierda a nuestro alrededor.
Y ya no tengo ni idea sobre dónde ir.
Ni puta idea de a dónde podríamos haber llegado, pequeñaja.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

SIEMPRE

En las duras y en las maduras. En las buenas y en las malas. En las verdes y en las segadas. Arriba y abajo. En la salud y en la enfermedad.
Yo SIEMPRE estoy ahí.
A ver cuántos pueden decir eso.

lunes, 16 de noviembre de 2015

So Deep

Aparento estar siempre seguro de mi mismo, pero suelo estar de mierda hasta el cuello, por estar tan convencido de unas cosas y ser tan pelele en otras...
Por eso me siento a oscuras, mientras suena música de fondo y me pongo a pensar, pero qué coño, pensar no sirve de nada, así que mejor abro otra cerveza y me dejo ir...
Hay botellas por el suelo y un par de espejos se han roto y yo sólo espero que no se te ocurra venir hoy por casa... Sé todas las veces que te he hecho daño y que después de ésta ya no querrás volver a verme, y, tras despertarme con el ron en la mano y la camisa rota, me doy cuenta que más bajo no se puede llegar a caer...
Y aún recuerdo mi época destroyer, en la que con mis pintas incluso tenía mi público femenino, en la que aguantaba bebiendo animaladas...
Y ahora...
Ahora, con todo este pedo sólo se me ocurre que te quiero, que quiero estar contigo, y al momento me dan ganas de mandarte a la más profunda y olorosa de las mierdas.
Seguir bebiendo hasta matarme sería una opción a la que no tengo miedo, pero la verdad, no me apetece...
Casi mejor crear otro mundo de fantasía en el que tú sigues queriéndome...
O seguir gastando billetes de bar en bar, volver casi ciego y escribirte estas cosas, estos "relatos de amor" como he oído llamarlos por ahí... O acercarme a cualquier otra, decirle una sarta de estupideces para conquistarlas, inventando de mil maneras diferentes mi vida...
Seguir cayendo bajo, cada vez más bajo...

miércoles, 11 de noviembre de 2015

No Volverá a Pasar

Esto es literatura, es parte de una historia que escribí hace tiempo, en la que se habla de la violencia de género... Lo peor es que muchas mujeres aguantáis lo inaguantable por algo que está acabado.
"(...)
Cruzó la puerta y estaba Sara desayunando.
Tot- Muy bonita la nota- la chica se sorprendió al verlo, y se sorprendió todavía más al verle la mano izquierda totalmente ensangrentada.
Sar- Dios mío Tote, ¿qué te ha pasado?, ¿no le habrás...?
Tot- No, ojalá me hubiera roto la mano destrozándole la cara a tu marido, pero no. ¿No hay nadie más aquí?- dijo rastreando con la mirada.
Sar- No, ahora mismo estoy sola, pero ven aquí que te hago yo la cura- dijo cogiendo el botiquín y remangándose- A ver, vamos a quitarte eso...
Tenía los nudillos completamente inflados y un corte en el dorso de la mano y Sara le limpió las heridas con una gasa, procurando no hacerle daño. Luego cogió el betadine y se lo echó con cuidado, soplándole las zonas en las que había herida.
Sar- Muchas gracias por lo de ayer- dijo levantando la cabeza, quedándose a unos centímetros de la cara de Tote, mientras se apartaba el pelo- Necesitaba a un amigo...
Tot- Ya... ¿Y yo en qué lugar quedo?- no se apartó ni un ápice de ella, pero su mirada era fría- Vienes, desfogas y te largas pidiéndome que me calle y no haga nada...
Sar- Lo siento Tote, de veras que lo siento, pero ayer me pidió perdón cuando volví a casa.
Tot- El que pega para solucionar una historia, volverá a pegar cuando le surja lo mismo.
Sar- Prometió que no volvería a pasar.
Tot- Ya, y tú y yo juramos que siempre estaríamos juntos- le quitó la venda y acabó de apretársela (...)"


lunes, 2 de noviembre de 2015

Versiones

Te conocí hace tiempo, mucho tiempo.
De hecho la primera vez que te conocí no eras tú, no ésta tú que ahora veo.
Y te quise, y me quisiste.
Y te odié y me odiaste.
Tenías otra cara y otro nombre.
Pero eras tú.
De eso estoy seguro.
Y antes de aquella cara y de aquel nombre, tuviste otra.
Y antes de eso no recuerdo.
Pero sé que te conozco.
Y no quiero que cambies otra vez de cara y de nombre.
Quiero quedarme en esta versión de ti.

sábado, 31 de octubre de 2015

Jodidamente Perfectos

A ver, cómo explicarlo, tú y yo tenemos una relación demasiado especial, Ni yo puedo vivir sin ti ni tú, o eso quiero creer, puedes vivir sin mi.
Sinceramente, cada día pienso que nos alejamos más el uno del otro y oye, llámame Becquer, pero en la puta vida me gustaría que todo esto acabase así, pero parece que cada día que pasa hay más kilómetros entre nuestro abrazo, y la verdad, si esto se acaba, no tengo ganas de que sea real...
Ni siquiera me lo digas, no expliques las razones de cómo algo tan verdadero como lo nuestro se ha ido al tacho de esta manera.
No.
Porque me jode.
Porque recuerdo todos nuestros buenos momentos, cuando ni tú ni yo podíamos vivir el uno sin el otro, cuando cada canción que sonaba la cantábamos juntos, o, si estábamos separados, sólo con la primera nota conseguíamos recordarnos...
Y, espero no equivocarme, sé que cuando yo deje este valle de lágrimas, como suelen llamarla, sé que me recordarás; pero lo que no quiero es que sea de esta manera, de una manera en la que, en la soledad de tu casa, mientras tu marido está en otra habitación, o en la cocina, tú me recuerdes sentada en la cama, llorando, mientras te llevas las manos a la cabeza, pensando en qué podríamos haber sido...
Es que tú y yo... Podía vernos envejecer juntos... ¿Por qué no?
Pero déjalo, sé tus razones, pero por dios, no me las digas, sabes que me jode, y mucho escuchar eso, en serio, sé ahora y sabré toda la vida que éramos perfectos el uno para el otro, perfectos...
JODIDAMENTE PERFECTOS.

My Favourite Game

No sé qué mierda esperas pero me jugaría un huevo a que no tienes ni puta idea de qué es. Me mandas a la mierda, me niegas, me tratas peor que a un trapo, como si fuese la última mierda que cagó Pilatos.
Y no es que me pongas, porque lo haces, y mucho, tampoco es algo que tú y yo tengamos que solucionar, porque me "encanta" que me quieras a tu rollo, aunque no sé cómo mierdas haces, pero al final estoy solo.
Y no sabes lo que me jode perder a mi juego, a un juego al que estoy harto de ganar, un juego al que, si me apuras, yo puse las reglas...
Y para colmo, me estás llevando a la locura...
Lo único que sé es que mi trabajo era tenerte contenta, feliz, sin ninguna preocupación, cosa que cualquier otro ni se hubiera molestado en hacer. 
En serio, realmente pensé que tú y yo podíamos llegar a ser algo, pero es que todo este esfuerzo sólo me lleva a una pared.
Por un sólo momento pensé que podría cambiarte, que serías cómo necesitas, pero veo que es una lucha estúpida, y lo peor, mortal (sobre todo para mi) Debí de verlo en el momento en que tus ojos se fijaron en los míos... 
Pero cuando uno juega se arriesga a perder, y, como dije antes, yo he perdido a mi propio juego.

domingo, 18 de octubre de 2015

XII

A veces me pregunto que sería de mi sin oír esa voz que lo único que hace es que orbite a tu alrededor hasta que me mareo. También me pregunto qué es lo que pasará por esa cabeza e investigo, curioso, que es lo que ocultas y acabo de nuevo mareado, pero vale la pena. 
Estar a tu lado es como vivir bajo el agua, pero sin la sensación de ahogo permanente, vivir en una locura pero siendo consciente y disfrutándola.
Porque adoro cada cosa que haces, me encanta tu manera de afrontar el mundo, e incluso cuando eres una borde, o tus manías y chorradas. Y sabes que lo daría todo por ti, al igual que tú por mi, que siempre consigues animarme aún cuando estoy por debajo del subsuelo de la tristeza.
¿Cuántas veces tengo que decir que tienes que olvidar las penas y empezar a disfrutar como mereces?
No dejar que nada te hunda, aunque siempre estará mi mano para sacarte del fondo de ese lago. 
Eres mi musa, mi única meta,  mi distracción, mi canción preferida, la que hace que cambie mi humor cuando la oigo.
Y tenemos las mejores manos sobre la mesa y las apuestas están claras. Y sé que aunque arriesgue todo es imposible perder, porque tú y yo siempre hemos jugado con nuestras cartas marcadas, y nadie jamás se dio cuenta.

martes, 1 de septiembre de 2015

Angels With Dirty Faces

Desde el primer día que nos conocimos pensé que todo podría salir bien, pero los cuentos sólo funcionan en esa factoría de los sueños que es Disney, no sé de qué coño me sorprendo.
Soy de los que piensa que hasta lo mejor tiene su lado malo, que las rosas tienen espinas, y que hasta los demonios fueron ángeles en algún momento.
Y tú eres uno de esos ángeles demoníacos. 
Y no sé por qué, pero seguirás en mi altar, aunque te encante sentarte y ver cómo me deshago por dentro, cómo ardo, cómo sufro...
Me he quedado afónico gritando, tengo cortes en la manos por intentar destrozar las paredes, sabiendo que jamás podré tumbarlas, al igual que nunca ganaré en mi "guerra" contigo, aún sabiendo que, como siempre, tengo la razón.
Porque tu sonrisa es la única que me hace levantarme cada mañana, es mi alimento, es el cuento que me hace seguir creyendo que algo es posible. 
Pero luego llegan los desplantes, las puñaladas superficiales, las que me hacen quejarme pero a la vez disfrutar, porque sigue siendo a mi a quién se las das.
Y aquí seguiré ardiendo y renaciendo, rompiéndome y pegándome los trozos que vas dejando, porque sé que te encanta verlo...
Puede que la gente piense que esto me gusta. 
No. 
Siempre intento escapar, pero el imán de tus recuerdos es demasiado fuerte y no me deja.

lunes, 20 de julio de 2015

No Se Encuentra Disponible En Este Momento

Eran uña y carne.
Dos personas que no se podían concebir la una sin el otro y viceversa.
Eran, como a él le gustaba decir, Peter Pan y su sombra, independientes pero unidos.
Por eso le costaba tanto resistir todo aquello, ver cada llamada, cada mensaje, cada sonrisa que ella le enviaba por whatsapp, pero ya no podía contestar, y eso era lo mejor que podía hacer.
Habían entrado en un punto de "No Retorno" y dado que ella no se atrevía a dar el paso, él decidió que todo se acabaría allí.
Lloró, solo en su casa, lloró hasta vaciarse, mientras sus borrosos ojos miraban las humedades del techo de su habitación, pero se juró que saldría adelante. (Aunque sus  juramentos tenían, normalmente, la validez de un papel mojado)
Y desde aquella noche no volvió a contestarle.
Ella probó a llamarle una última vez, pasados unos días.
"El móvil al que llama no se encuentra disponible en este momento".

jueves, 25 de junio de 2015

Desaparecer

Desapareció, como desaparece alguien que está harto de todo.
Más aún, como alguien que está harto de todo lo que es.
Cogió un par de cosas, las metió en una mochila, se puso unos cascos y dejó que la música ensordeciera todo a su alrededor.
Empezó a andar mientras Gwen Stefani le pedía a su novio que no dijese nada.
Le pareció irónico que su móvil siempre eligiese la canción perfecta para el momento que vivía: "Don´t tell me cause it hurts". Sonrió otra vez, una sonrisa de dolor, pero sonrisa al fin y al cabo. Algo que no pasaba desde hacía varios días.
Siempre, por su mala cabeza, metía la pata en el momento en el que teoría mejor estaba. Un auto boicot que se repetía una y otra vez en el tiempo. Parecía que su mente, bajo la influencia de su alter ego, no dejaba que su otra parte pudiese disfrutar de poco más de un mes de felicidad. "Una piedra en el camino, me enseñó que mi destino era rodar, y rodar..." sonaba ahora a toda voz en sus oídos.
-"Hasta los huevos de la piedra"- pensó.
Sabía que tampoco era culpa de su otro yo, ese que siempre aparecía en los "mejores" momentos.
-"Si uno tiene un tigre como mascota y no lo deja metido en la jaula, se arriesga a que un día ese animal salga y destroce todo a su paso".
Pero ahora toda la casa, toda su vida, todo lo que siempre había querido estaba patas arriba. Y él, sinceramente estaba cansado de recomponer una y otra vez los pedazos de algo que ni con el mejor de los pegamentos se podría volver a levantar.
Miró sus tatuajes, con nostalgia, con un brillo en los ojos que mentalmente le transportaba a los buenos momentos vividos con ella, con sus amigos, con su familia.
Pero ahora necesitaba salir de todo aquello.
Siempre había sido un chico independiente.
Siempre había querido hacer lo que ahora estaba haciendo.
Siempre había necesitado cerrar aquella puerta para volver algún día a abrirla, un día en el que ya nada hiciese volver a aquel otro él que tanto odiaba, pero que a la vez tanto necesitaba.
Era un lobo con piel de cordero, un hijoputa con máscara de santito, un Batman vengativo metido en el traje de un Bruce Wayne generoso.
Ese viaje, tanto mental como literalmente, le vendría bien.
La persona que volviese a casa sería el que de veras sería él.
Los que quedasen cuando volviese ya podrían elegir si valía la pena el hombre que sería al volver.
Se subió al autobús, dejó la mochila en el asiento de al lado y cerró los ojos embebiéndose en la música. No abriría los ojos hasta que llegasen al punto final del trayecto. Una vez allí, todo sería nuevo, él podría ser él, o quizá otra persona, o quizá ese hijoputa que tanto odiaba.
Ese era su problema, siempre había actuado, y ni siquiera sabía quién quería ser.

Perder Tiempo

¿De qué sirve perder tiempo en relaciones? ¿De qué sirven las promesas, los llantos, los dolores? ¿A qué saben hoy tus labios mientras cantas mis canciones? ¿De qué sirve, pa qué sirve perder tiempo en relaciones?
¿Por qué te siento a kilómetros cuando estas enfrente mía, pierdo la noción del tiempo y los minutos duran días? ¿Por qué el día no termina en esta horrible pesadilla y jamás podré escapar de esta absurda fantasía?
¿Por qué te siento a kilómetros cuando te tengo aquí enfrente, me encierro en mi mismo, no hago caso de la gente, porque vivo en embelesos, no miro lo evidente, por qué al cambiarte a ti por nada todo es tan diferente?
¿Por qué quiero, quise y querré algo que me hace tanto daño? ¿Por qué huí, me refugié y viví cuan ermitaño? ¿Por qué boli y luego hoja son mi único remedio a este infierno con tu nombre y a esta noche con tu sueño?
¿De qué sirve perder tiempo en relaciones? ¿De qué sirven hoy los gritos, las promesas, las traiciones? ¿A qué saben mis llantos hoy mezclados con licores? ¿De qué sirve, pa qué sirve perder tiempo en relaciones?

martes, 16 de junio de 2015

Siempre Ella

Ella es como esa canción, que, al primer acorde sabes que te va a gustar...
Es la bebida a la que, teniendo sed, darías un largo y sabroso trago.
Es el tacto que te eriza pero a la vez mantiene suave tu piel.
Es tu comida favorita...
El final del paseo con la puesta de sol perfecta...
Es la película que verías mil veces, el libro al que vuelves cuando necesitas reír, llorar o simplemente pasar un rato tranquilo y en un cómodo silencio.
Es la sábana que te tapa en el frío y te refresca en el calor...
Es la noche perfecta, los buenos despertares y los mejores sueños...
Es la declaración que se te ocurre con sólo oír su nombre, es el anillo...
Es el futuro, el pasado y el presente...
Es la razón y el corazón, la imaginación y la certeza.
Es el principio, y querrías que fuese el fin.
Es ella.
Siempre será ella.

miércoles, 10 de junio de 2015

La Luz

Se quitó la venda que tapaba su cara, los días volvían a ser claros, el césped verde, la gente a la que había conocido mientras estaba convaleciente en el hospital ahora tenía un rostro al que asociar su voz. Sobre todo una voz en particular, la que todas las noches, durante un ratito, se acercaba y le leía un libro de relatos cortos, sólo para que se sintiese mejor. Pero no alcanzaba a distinguirla entre toda aquella amalgama de sonidos e imágenes que le preguntaban cómo estaba y le daban la enhorabuena por la operación. Sonreía, pintando una mueca alegre en la cara y, buscando con su recién, después de muchos años, recobrada vista, aquella voz que le contaba historias sobre reinas y príncipes, sobre parejas que se acaban de conocer, sobre historias de amor y desamor, sobre la vida, la triste vida humana...
Cuando se calmó un poco el bullicio y dejaron que se volviera a acostar, para descansar otro rato más, se tumbó en la cama, pero no cerró los ojos, no quería tener otra vez la sensación de ceguera que le había acompañado hasta ese momento.
Y de pronto, una voz sonó por el pasillo.
- ¿Ya está bien? ¡Qué alegría!
"Era aquella voz", pensó con júbilo y se incorporó de la camilla. Se trastabilló al no tener la costumbre de caminar sin su bastón y miró con un ligero terror cómo el suelo se acercaba.
-Eh... ¿A dónde ibas?- preguntó sonriendo.
Levantó la cabeza y vio aquella cara, aquellos ojos que brillaban.
"Tal y como imaginé", pensó.
- A conocer a la voz que me contaba todos aquellos cuentos...- contestó agarrando con firmeza la mano que le sostenía y levantaba, y sabiendo, en su fuero interno, que le iba a costar mucho dejar de apretar aquella mano en lo que le quedase caminando por el mundo...

domingo, 31 de mayo de 2015

Tres Disparos

El primer disparo dolió.
Rozó el corazón, que estuvo a punto de estallar, y perforó un pulmón, lo que hacía cada vez más complicado respirar.
Escupió sangre, se apoyó en la pared, y a duras penas consiguió levantarse, sonriendo desafiante.
El segundo disparo dolió.
Fue directo a su rodilla, quería verlo caer de nuevo, y eso fue lo que ocurrió. Desde el suelo, haciendo fuerza con las manos y con la pierna que le quedaba sin herir, se volvió a levantar. Mantuvo la sonrisa y dio un paso adelante, intentando acercarse.
El tercero disparo dolió.
Dolió, pero no como los anteriores. Era más un roce en la mejilla. Notaba quemazón por su cara, y ese calor típico sanguinolento bajando por el cuello y los hombros, pero no cayó al suelo. Esta ve no lo iba a permitir...
Notó que todo en él, aunque lentamente, se iba recuperando, y pese a que la chica vaciaba el cargador a cada paso que daba hacia dónde se encontraba, ya no podía tumbarlo, ya no podía hacerle daño.
- No hace falta todo esto- dijo él, quitándole suavemente la pistola de las manos y alejándola de dónde estaban- Nunca hizo falta... Sólo sonríe y di adiós, y ya está...
La miró una última vez, y en sus ojos brillaba todavía el recuerdo de quién había conocido, el recuerdo de todo lo grande que habían vivido, y siguió andando, cada vez con menos dolor, hacia el horizonte, y, extrañamente, con una sonrisa en la cara.

lunes, 18 de mayo de 2015

Vasos Vacíos

Me gusta la fiesta, a veces necesito salir y no sentir nada, ¿conocéis esos momentos en los que quieres olvidar todo, aún sabiendo que eso es malo, y que jamás aprenderás la lección? ¿Cuando te dejas caer y no quieres ni parar esa caída?
Soy el típico al que llaman para salir de fiesta, montones de whatsapps, llamadas a casa, para empezar otra noche más...
Ahí es cuando siento el "cariño" del resto...
Y una cerveza, y otra más, y otra, y un cubata y otro más y otro... No quiero ver el vaso vacío esta noche...
Y así me mantengo, dando vueltas a la cabeza, esperando que no haya un mañana, queriendo escapar de una jaula de oro que yo mismo me he creado, vaciándome hasta que no quede ni una puta lágrima más.
Pero siempre hay cosas que te hacen esperar un futuro mejor, que te hacen volver a levantar la cabeza, aunque no quieras abrir los ojos, hoy no quiero este vaso sin hielos y me voy a quedar hasta que el sol me dé en la cara.Y sé que mañana necesitaré tu ayuda, pero es eso, hoy no quiero abrir los ojos y ver la realidad, sólo necesito este vaso lleno, una y otra vez hasta que el día me devuelva al mundo de verdad.
Ya se ha hecho de día y le pido misericordia al sol. Estoy destrozado, cansado, hecho un lío.
Quiero salir de esta espiral de remordimientos, pero ahí hay otro bar abierto, así que volveré a pedir una cerveza, y otra más, y otra, y un cubata, y otro más, y otro..

viernes, 15 de mayo de 2015

La Torre

Los que me conocéis sabéis que me gustan mucho las historias, las leyendas, la mitología...
Y ahora, viniendo a casa, venía escuchando una.
En esta se contaba la historia de una torre que guarecía a un pueblo. Era una torre majestuosa, grande, fuerte, dura, muy complicada de derribar. Pero el pueblo tenía muchos enemigos, y poco a poco, tras años de golpear, la torre comenzó a resquebrajarse.
El pueblo temía que se viniese abajo y que los invasores arrasasen sus casas.
Pero en aquel pueblo vivía una arquitecta joven, de las primeras de aquel pueblo, una chica fuerte, decidida, segura e intrépida, que decidió arreglarla. La gente no la apoyaba y ella empezó a flaquear. Hasta que de pronto, un chico, que se mantenía callado en un segundo plano, se levantó, dio un paso al frente
-Estoy con ella, si puede volver a montarla, la ciudad seguirá siendo la majestuosidad que conocemos...
Y así, poquito a poco, con mucho esfuerzo, la torre se mantuvo erguida, incluso más fuerte que antes.
Aquella chica había conseguido superar a todos sus enemigos sólo con constancia y tesón.
En algunos libros, la consideran la primera heroína de la historia.

domingo, 3 de mayo de 2015

Un Capítulo De Su Vida

A veces, cuando se deprimía, agarraba el ordenador, dejaba que la música invadiese su cerebro y escribía.
Escribía sin frenos, sacando el alma a través de las teclas. Escribía cómo le gustaría que fuese su vida. Escribía cosas que había vivido. Escribía vidas nuevas.
Luego, cuando levantaba la cabeza de la pantalla y el trance terminaba, el espejo le devolvía a la triste realidad. Seguía sólo, sentado en aquel raído sofá.
Y la depresión volvía, como una noche eterna, aunque el sol siguiese brillando en lo alto.
Pero algo había cambiado. Una verdad que no siempre había tenido presente. Aunque ya no estuviese con ella, siempre, un capítulo de su vida llevaría su nombre.

miércoles, 15 de abril de 2015

A Dark Nigth





Apretó los cordones de sus zapatos, abrochó el último botón del pantalón y se dejó caer la camiseta por encima. Cogió las llaves, el paquete de tabaco y se guardó algo en la cintura.
Salió a la calle, con un destino totalmente claro.
No oía otra cosa que su voz, resonando una y otra vez, repitiendo aquella frase, una y otra vez, una y otra vez.
"It´s a dark nigth" resonaba en los cascos mientrassubía, cada vez a más velocidad a su destino.
- Hola- le saludó al entrar.
Dos tiros. Rápidos. Certeros. Uno en la cabeza y el otro en el corazón. No volvería a ver el sol, eso estaba claro. Siempre lo había tenido claro, aunque nunca había pensado en tener que llegar a esos límites. Pero él había sobrepasado el punto de no retorno.
Todo el mundo se quedó quieto, nadie gritó cuando lo vio sacar el arma y descerrajarle las dos balas prácticamente a bocajarro, sin mediar palabra, sin duda por miedo.
Él se sentó, dejó el arma a un lado, apoyada en una de las mesas de la terraza del bar y se encendió un pitillo.
Uno de los amigos del chico que yacía en el suelo desangrándose miraba hacia dónde él estaba, tranquilamente, fumando, mirándolo con odio.
-¿Qué coño has hecho?- le gritó abrazando la cabeza de su difunto amigo. Luego se dirigió al camerero.- ¡Rápido, llama a una ambulancia, a la policía!
Mientras el camarero, todavía en estado de shock llamaba, él, seco, y un tono monocorde dijo:
- Tranquilos, no pienso moverme de aquí. Sé lo que he hecho y a lo que me atengo...- una frialdad absoluta acompañaba a cada una de esas palabras. Una frialdad que también se reflejaba en los ojos inexpresivos, que miraban hacia arriba, cada vez exhalaba una calada del cigarro, y tamborileaba los dedos en el mango de la pistola.
Apenas unos minutos después apareció la policía. No les dejó ni abrir la boca. Se giró, con las manos en la cabeza, después de poner el seguro de la pistola y acercarla hacia dónde ellos estaban.
- Conozco mis derechos, agentes. Yo he hecho esto, soy el culpable. Esta pistola la he conseguido de casa de mi abuelo, que es ex guardia civil. Mi nombre y el por qué de lo qué he hecho se lo explicaré cuando estemos en comisaría. No quiero abogado ni haré uso de mi llamada- dijo dirigiéndose al coche, ante la atónita mirada de todos los presentes, esperando a que le pusiesen las esposas y lo metiesen dentro.

Una semana después ya estaba en la cárcel. Juicio rápido. 20 años de condena.
- 117, tienes una carta.- dijo el funcionario lanzándosela encima de la mesa en la que leía, dentro de la biblioteca.
Alzó la vista, sonrió entre dientes al ver al remitente, la abrió y estiró la hoja, doblada en tres partes.
"Muchas gracias.
Nunca me hubiera atrevido a hacerlo.
Ya no aguantaba más.
Sé que todo esto, que te sacrifiques así, es por mi, aunque en el juicio lo negases.
Te quiero.
Siempre.
-R-"
Cerró la carta, la guardó y una pequeña sonrisa pintó su cara.
Ella era al fin feliz, y nunca más iba a sufrir por aquel motivo.
Se levantó, fue hacia su celda y se echó en la cama.
Sólo quedaban 19 años, 11 meses, y 51 semanas.

A Veces II

A veces pienso en ti y siento una punzada en lo más profundo.
Eso son los problemas que surgen cuando no acabas de conocerte a ti mismo.
He perdido los cinco sentidos, aunque a veces tengo el momento de lucidez de un gilipollas.
Ese momento en el que sé que tengo que dejarte a un lado, que vueles sola.
Pero no sé seguir solo, no sé caminar sin tenerte como meta y eso confunde al más pintado.
Y en ese momento, cuando veo que te alejas, es cuando me dejo caer al suelo y ruego que, por fin, me des la puntilla y que sea rápida e indolora.
Tras pasar ese dolor sé que podría volver a estar aliviado, en calma...
Volvería a estar bien, a estar tranquilo, tal y como lo estaba cuando apareciste.
Pero en ese momento es cuando me pregunto por qué no salio bien aquello...
No tengo muy claro qué significa pensar eso a estas alturas,
Y sé que tú tampoco podrías explicármelo,
Pero tengo muy claro que no quiero volver a hacerte daño.

lunes, 13 de abril de 2015

Nothing Compares

Ha pasado un montón de tiempo desde que te fuiste, y estos últimos días me ha dado por pensar en todo lo que ha cambiado...
Mi vida ha sido una constante montaña rusa: noches en vela, días durmiendo, desde aquel día en el que decidiste que todo había terminado.
Ahora tengo la libertad de hacer lo que quiera, de ver a quién quiera, se me va la pasta yendo a los mejores sitios, bebiendo las mejores copas, pero siempre, al volver a casa, siento ese vacío que sólo tú podías llenar...
Porque es imposible encontrar a alguien como tú, nadie se puede comparar...
Las paredes se cierran en torno a mi en casa, ya no oigo tus pisadas cuando venías a la cama, y me dan ganas de llorar a cada momento al estar aquí, pero, aunque puedo imaginarlo, podrías decirme qué es lo que hecho mal...
A veces la rabia me puede y busco chicas con las que estar y olvidarte, pero veo tu cara en todas y cada una de ellas cada vez que intento besarlas...
Hasta he ido al psicólogo a pedirle consejo, y jamás adivinarías lo que me dijo: "Eh, sal, pásatelo bien, disfruta, todavía eres joven..."
Es rematadamente gilipollas, porque no te conoce y no sabe que es imposible encontrar a alguien como tú

lunes, 6 de abril de 2015

Come What May:M

"Enciendes la tele y sólo escupe malas noticias: asesinatos, guerras, políticos...
La tierra parece que ya no orbita alrededor del sol...
Cualquier cosa que hago me parece el más completo desperdicio, una pérdida total de tiempo, la manera más tonta de perder la poca energía que me queda...
Y de pronto apareces... Y ya no hay dolor, ni distancia, ni problemas, nada, ya no hay nada más que tú, tu sonrisa, tu manera de caminar, tú en cada centímetro de tu ser...
Entonces es cuando sé que, pase lo que pase, estaré ahí cuando lo necesites..."

jueves, 2 de abril de 2015

Utopía (historia a medias con mi colega Skay)

Una fábrica. Todos con el mismo uniforme. Blanco y negro, colocando las mismas piezas, hora tras hora, día tras día. La monotonía invadiendo el lugar, absorbiendo a todos de tal manera que nadie se pregunta si hay algo más. El mismo sonido, metálico, de las piezas colocándose al mismo tiempo, que ciega los sentidos de la gente que trabaja allí. Están tan mecanizados que funcionan como simples engranajes más de esa fábrica gigante. Lo peor es que no tienen a alguien que abra una ventana que les permita ver que hay algún color en el mundo aparte del gris. Alguien levanta la cabeza y empieza a cuestionarse por qué el resto parece incapaz de reaccionar, de anhelar encontrar algo nuevo, ¿qué le diferencia?. Quizá tener esa tara es lo que le diferencia de los otros. No puede seguir al rebaño. Y quiere buscar algo para él. Decide salir de esa sala. Cree que pasará la eternidad recorriendo los entrecrucijados pasillos de esa fábrica. Y de repente ve algo. "¿Una puerta abierta?", se pregunta. Pero a cada lado del marco, dos enormes hombres grises lo miran con los ojos cargados de ira. Inmediatamente intuye que lo que busca está al otro lado de la puerta. Pero... pasar no va a ser un trabajo fácil, ni seguro. Pero es valiente y tiene confianza. Se levanta, imita la desidia de sus compañeros allá adentro y se acerca poco a poco a la libertad. Mientras se acerca encuentra unas marcas en la pared, probablemente hechas por alguien que ya no está allí. Sólo pone "Despierta". No entiende nada. "¿Es todo un sueño? Cierra los ojos con fuerza, obligando a su cerebro a que le dé una respuesta. Luego los abre. Nada. Sigue estando en la fábrica, rodeado de los mismos seres hipnotizados... Y entonces entiende que no es él quién debe despertar. Por lo que vuelve a la línea de fabricación y grita. Grita con todas sus fuerzas, saca toda la rabia que tiene dentro y luego mira abajo. Para de gritar. Silencio. Ya no se oye el ruido de la gente trabajando. Escucha pasos, levanta la mirada... Son los hombres grises. Tiene que reaccionar rápido. Ve que todos sus compañeros miran extrañados hacia dónde él está. Pero los grises ya lo pillaron, son máquinas de destrucción, llevan la pesadilla por dentro y a ellos ya no hay manera de despertarlos. Alguien pregunta "¿Por qué?", y se acerca al caído, luego otro compañero hace lo mismo. Están nerviosos, no saben qué pasa, pero sí que algo ha cambiado. Y, de repente empiezan a entender y miran con rabia a los hombres grises... Alguien susurra "color" y se vuelve grito. Los gritos empiezan a desquebrajar la pared y la luz entra. Todos gritan aún más fuerte hasta que un agujero se forma. No entienden cómo han podido pasar tanto tiempo dormidos. Ahora la luz les ciega los ojos, pero poco a poco, comienzan a ver. Hay color. Hay diferencia. Hay alegría. Hay un principio de rebeldía. No hay miedo. Los hombres grises ya no parecen tan peligrosos. Y en todo el desorden de colores, en el salvaje caos que acaba de romper su falsa calma, encuentran algo extraño: Libertad... Algo que les asusta, pero no tanto como no poder volver a ver esa paleta de colores que ahora tienen delante. Quieren esa libertad. Dejan que los colores les penetren, no buscan refugio en el gris, cada uno es su propia mezcla de colores. Acaban únicos y vivos.

domingo, 29 de marzo de 2015

A Veces

A veces pasaba el día entero tirado en un sofá, sin más acompañamiento que el sonido de fondo de una televisión en un canal aleatorio.
Sin ganas de nada.
A veces el móvil sonaba e, instintivamente, estiraba la mano para ver quién era y qué quería la persona que llamase.
A veces era quién esperaba que fuese, y eso pintaba una sonrisa en su cara.
A veces se levantaba, dejaba que el agua le cayese por encima, que el frío de la calle refrescase su cara, que la lluvia mojase su pelo, sólo por la certeza de saber que vería una sonrisa.
A veces, una vez juntos, sólo el silencio era lo que había entre ellos, pero no un silencio incómodo, si no el silencio del que Uma habla en Pulp Fiction, ese silencio que te permite estar callado un puto minuto y que nada malo pase.
A veces, se miraban, de lejos o de cerca y toda una conversación surgía entre aquellas pupilas marrones que se observaban.
A veces, sólo a veces, él recordaba por qué siempre seguiría a su lado.
A veces, sólo a veces, ella recordaba quién era.
A veces, sólo a veces, recordaban que podían ser quienes querían ser.

jueves, 19 de febrero de 2015

Adiós (Carta de amor de un suicida)

Hola cariño,
Te escribo esto porque sé que te sorprenderás verme tirado, o colgado, o quizá con los sesos desparramados por toda la sala, que eso aún no lo he decidido.
Porque me voy a matar.
Y es por tu culpa.
Ya no sonríes. Ya no me miras. Ya no hacemos el amor. Ni recuerdo cómo sabe tu cuerpo.
¿No era más fácil haberme dicho "hasta luego" en el momento en el que decidiste que todo se había acabado que estar estirando inútilmente una relación que estaba muerta?
No sabes lo frustrante que es entrar en casa y verte en la chaiselong, con un programa cualquiera en la tele, en pijama y saludando con un gesto, sin ganas.
Sin ganas de nada.
¿Recuerdas cuando íbamos al cine, o cuando salíamos a dar un paseo, o de compras? ¿O cuando cogíamos el coche, y sin pensarlo nos pirábamos a Vigo, o a Madrid?
Joder, que todavía recuerdo tu sonrisa cuando nos liábamos la manta a la cabeza, o tu cara de ilusión cuando aparecías con un regalo para mi o cuando era yo quién lo hacía.
Y ahora...
¿Y ahora qué?
¿Qué es lo que ha pasado?
¿Por qué ha desaparecido la persona que conocí?
Pillaría una granada, me cortaría la mano con una espada, me pondría delante de una bala o me tiraría al tren, como la canción de Bruno Mars que últimamente parece que me persigue allá dónde voy, por ti. Pero tú, ahora, no harías lo mismo por mi.
Así que por eso te digo adiós. Por eso te escribo esto. Por eso quiero que lo leas y que todo lo que te quede de vida sepas que fue por tu culpa.
Te miraré con una sonrisa mientras tú sufres, aquí desde en el infierno.
Adiós cariño,
Te Quiero...

martes, 17 de febrero de 2015

Muñecos de Plástico



Me hace gracia la gente que dice que es mejor tener una coraza para cubrirse de posibles ataques exteriores...

Nadie puede vivir con una coraza toda la vida.

Hasta Smaug tenía un agujero entre sus escamas.

Una coraza llega un punto en que pesa demasiado y siempre, siempre acabamos dejando que alguien entre, que alguien pueda ver las cicatrices de otras heridas, el callo en nuestra piel tras aguantar golpes y golpes, la razón de esas miradas a trasluz, desconfiando de todo aún en el mejor momento.

La solución no es una coraza. Es poder acostumbrar tanto a la mente como al corazón a convertirse en una cama elástica, en una goma que pueda tensarse hasta un tope, y que luego devuelva todo el ataque recibido a la otra parte.

La solución es, quizá, convertirnos en pequeños muñecos de plástico.



lunes, 16 de febrero de 2015

Cariño... Aquí Tienes Mi Arma



"Alguien dijo una vez que el amor es darle a alguien la capacidad de destruirte confiando en que no lo haga".

Valiente memez y a la vez valiente verdad.

Memez porque darle una pistola a alguien cargada, y con el cañón apuntando a tu cabeza, nunca jamás será una idea a tener en cuenta.

Verdad porque no existe otra manera de amar u otra clase de amor que no sea la de confiar al 100% en la persona que tienes al lado.

Y esa confianza conlleva ceder un poder, una información, unas armas a la otra persona, que, en el momento en que todo termine, puede ser utilizada en contra de uno mismo.
Pero aquí hemos venido a pasar el tiempo que tengamos de la manera más divertida posible.
¿Y qué es de la vida sin ese riesgo, sin esa adrenalina, sin esa confianza en que todo puede salir bien, sin ese currarse día a día que la persona a la que le has dado la pistola cargada nunca dispare?


"Alguien dijo una vez que el amor es darle a alguien la capacidad de destruirte confiando en que no lo haga".

Pues cariño, aquí tienes mi arma...






Infelices para siempre



"Me encantaría no tener que dormir cada noche solo", pensó mientras pasaba un brazo por la cintura de su esposa.

"Esta sensación de soledad y abandono acabará conmigo" pensó ella, apretando la mano de su marido con fuerza.

Y allí estaban los dos, durmiendo juntos, viviendo separados.

Infelices para siempre.






Has Cambiado

-Has cambiado -le dijo mientras veían una película tumbados cada uno en un sofá.
Le miró.
"No, colega. No he cambiado. No he cambiado un carajo siquiera. Lo que he hecho es adaptarme. Alguien de mi edad no puede cambiar de forma de ser. Si eso, puedo relajar algunas maneras o acentuar otras de manera que pueda mezclarme con el resto del pueblo sin necesidad de estar justificándome. Pero no me jodas que he cambiado. ¿En qué?. ¿En que ya no contesto buscando el pie de apoyo a la gente que me toca los huevos? ¿En que prefiero contar hasta diez antes de soltar lo primero que pienso a la gente que quiero, porque sé que eso me puede apartar de ellos? Eso no es cambiar. Sigo pensando lo mismo. Ahora sólo mido mis palabras y mis reacciones. Pero como sigas tocándome los cojones, volveré a ser el de antes y te pegaré dos berridos que se te caerán los pelos del bigote ese de hipster que te has dejado...", pensó mirándolo.
-Sí...- se giró y estiró el brazo- Pásame las palomitas, tronco...

Cada vez que pienso en ti...

A veces pienso en ti y siento una punzada en lo más profundo.
Eso son los problemas que surgen cuando no acabas de conocerte a ti mismo.
He perdido los cinco sentidos, aunque a veces tengo el momento de lucidez de un gilipollas.
Ese momento en el que sé que tengo que dejarte a un lado, que vueles sola.
Pero no sé seguir solo, no sé caminar sin tenerte como meta y eso confunde al más pintado.
Y en ese momento, cuando veo que te alejas, es cuando me dejo caer al suelo y ruego que, por fin, me des la puntilla y que sea rápida e indolora.
Tras pasar ese dolor sé que podría volver a estar aliviado, en calma...
Volvería a estar bien, a estar tranquilo, tal y como lo estaba cuando apareciste.
Pero en ese momento es cuando me pregunto por qué no salio bien aquello...
No tengo muy claro qué significa pensar eso a estas alturas,
Y sé que tú tampoco podrías explicármelo,
Pero tengo muy claro que no quiero volver a hacerte daño.
Y por eso, cuando veo que te alejas, me dejo caer al suelo, y ruego que, por fin, me des la puntilla y que sea rápida e indolora...

miércoles, 11 de febrero de 2015

Camino de ( )Oz

El cielo empezó a oscurecerse, y a pesar de ser Febrero, eso no era típico de un lugar como Valencia, en el que siempre hacia sol y calor.
Nuria se asomó a la ventana. Los árboles ululaban con fuerza y se veía la ropa moverse indiscriminadamente en el tendal de los vecinos.
- Menudo temporal- pensó ella- Debería de echarme una siesta... Total, hoy no hace día de hacer nada...
Abrió la cama, y se echó cuando el viento empezó a batir con fuerza las ventanas, pero le dio igual, cerró los ojos y cayó profundamente dormida.
Al despertar miró el reloj de la mesilla, pero solo había ceros.
- Es imposible, no he dormido tanto tiempo...
Se levantó y abrió las ventanas, y cuál fue su sorpresa al no ver nada de lo que esperaba. No estaban las casas de sus vecinos. No estaba el semáforo que siempre se saltaba cuando tenía ganas de llegar a casa después de trabajar. Y una multitud de enanos se agolpaban en la puerta, entre sorprendidos y asustados.
Nuria, que era una chica intrépida, decidió salir a la calle a ver qué era lo que pasaba. Se desperezó y salió por la puerta. Y allí, justo allí, en el portal encontró unos preciosos zapatos de tacón negro.
- Ya sería mucha suerte que fueran de mi talla- y sí, eran de su talla, así que se los puso. La estilizaban y pegaban mucho con los vaqueros que llevaba puestos- Oye, para un par de fiestas bien me valen...
Tras ponérselos fue hacia donde estaban aquellos enanos. Se dio cuenta que era una mala idea según vio sus caras. Todos la miraban con odio.
- ¡A por ella! Ha matado a la Benigna Bruja de Levante...- gritaron al unísono.
- ¿Que yo he hecho qué?- preguntó sorprendida.
- Mira lo que hay debajo de tu "preciosa" casa, hechicera- dijo uno de los enanos, que tenía una voz extrañamente parecida a la de Constantino Romero cuando dobló a Darth Vader.
Justo debajo de la ventana de su habitación se veían unas piernas con unas medias de rejilla negras.
- "No acabo de estar segura que en realidad fuese una Bruja... Esas medias..."- pensó mientras se reía de su ocurrencia. Pero claro, los enanos la perseguían, así que miró buscando una escapatoria. Allí había un camino con baldosas negras, y, al parecer, era el único por el que no llegaban cientos y cientos de enanos persiguiéndola.
Corrió y corrió hasta que los perdió de vista. Cuando levantó la cabeza se vio en un frondoso bosque, un bosque típicamente gallego, apestaba a eucalipto y todo lo que rodeaba, excepto aquel camino de baldosas azabache, era de distintos tipos de verde. Le encantaba el color verde, por lo que se quedó unos minutos extasiada, disfrutando de todo lo que sus ojos, del mismo color que lo que observaba, eran capaces de abarcar.
Pero pronto sintió hambre. Vio un manzano repleto de verdes frutos y decidió coger uno.
- Eh, eh, eh, chica, quieta...- oyó una voz metálica que venía de detrás de uno de los árboles.
- ¿Quién eres, y lo más importante, detrás de qué árbol estás?
- Detrás del eucalipto...
- Buff, con eso me solucionas mucho- contestó con ironía- Esto está lleno...
- Joder, sigue la voz, que tampoco es tan complicado- la voz metálica sonaba enfadada.
Nuria se acercó hacia donde creía que estaba aquel hombre y de pronto lo vio. Era un espantapájaros, pero no el típico que ella había visto, de paja. No. Era un espantapájaros de latón. La ropa era igual que la de uno normal, incluso tenia un sombrero de campo, pero era de latón. Y parecía oxidado.
- Ostiá- soltó ella.
- Genial, meses sin hablar con nadie y lo primero que suelta la princesita de los zapatos es "Ostiá"...
- Perdona...
- Bah- dijo con desidia- ¿Quién eres y qué haces por aquí? Casi nadie viene por estos bosques...
- Me llamo Nuria, y si te soy sincera, no tengo ni la más remota idea de qué coño hago aquí... Estaba en Valencia, pegándome una siesta después de trabajar, cuando de pronto aparecí aqui y unos enanos locos gritaban que me había cargado a no se qué bruja buena de Levante... La verdad es que estoy flipando...
- Joder, mira que me he encontrado con gente rara, pero créeme que tú te llevas la palma, niña...
- Oye, Brad Pitt de latón, mucho ojito con llamarme niña, ¿eh?
- Bueno, aprovechando que estás aquí, ¿me podrías hacer un favor?- intentó suavizar el tono, y sería mala suerte que para una persona que pasaba por aquel camino, se enfadase y se largase- Estoy un poco oxidado, ¿podrías pasarme aquel tubo de aceite que está ahí, en el suelo?- señaló con la mirada- Normalmente lo tengo en la mano, pero el otro día un cuervo cabrón al que asusté, pegó un picotazo a mi mano y me lo tiró al suelo, y como comprenderás- se miró a si mismo- estoy enganchado a un palo y de aquí uno no se puede bajar. Y créeme, necesito echarme algo de aceite, ya me cuesta hasta parpadear...- intentó guiñar un ojo y sonó un quejido herrumbroso al bajar el párpado.
- ¿Este?- dijo cogiéndolo, mientras aquel espantapájaros asentía- Pero está vacío...
- Joder, joder, joder, joder... Pues la gasolinera más cercana está al final de esta carretera... ¿Tú hacia dónde vas?
- Pues la verdad, no lo sé... En un principio entré en este bosque huyendo de los enanos, pero no sé... A mi casa no puedo volver, y tampoco sé dónde estoy...
- Umm, cerca de la gasolinera hay una estación de autobuses, a lo mejor puedes volver a tu ciudad desde allí... ¿Me ayudas a bajar de aquí y te guío?
Nuria sopesó las posibilidades que tenía: No conocía el sitio en el que estaba y aquel raro espantapájaros parecía conocer la zona. Decidió darle una oportunidad, aunque algo gruñón, creía que era un buen tipo.
- Está bien- se acercó, lo agarró de la cintura, sorprendida de lo poco que pesaba y lo dejó en el suelo.
- Gracias... Nuria era, ¿verdad?- la chica asintió- Yo me llamo Leo- levantó el brazo con un chirrido y se chocaron las cinco- Buah, qué gusto da poder desentumecer un poco los miembros... ¿Tú tenías hambre, ¿verdad?
- Pues un poco, no me dejaste coger las manzanas...
- No te preocupes... Pilla todo lo que quieras, el cabrón de Méndez, el dueño de esta granja no veas lo que tarda en pagarme cada mes, y para colmo no me trajo un bote de aceite nuevo, así que este mes, me lo voy a cobrar en especias... Mete todas las manzanas que puedas aquí en mi barriga y pilla esa cesta, que no veas lo larguito que es el camino...- Nuria llenó la barriga de su nuevo amigo y la cesta mientras comía- Por cierto, no tendrás un mechero, ¿verdad?- dijo sacando un paquete de tabaco- Es que no encuentro el mío... Porque mira, yo comer, no como, no me hace falta, soy de latón, pero fumo como un carretero... Y llevo todo el día sin un triste pitillo que echarme al buche. ¿Quieres?
- Está bien...- se sentaron en un tronco y fumaron tranquilamente, en silencio.
- Bueno, habrá que ponerse en marcha...
Llevaban ya una media hora caminando: Nuria hablaba de su vida en Valencia y Leo le contaba cómo era aquello, o al menos lo que él veía por aquel camino prácticamente intransitado.
De pronto, vieron algo alucinante. Una tienda de magdalenas. Los dos corrieron hacia ella. La chica podría comer algo que no fueran manzanas y el espantapájaros, pensaba que allí al menos habría algo de aceite.
- Un sitio en el que se hace comida, siempre tiene aceite- gritó entusiasmado.
Llegaron a la puerta, pero no se abría. Estaba bloqueada. Sólo se oía un ruido parecido a alguien luchando por respirar.
- ¿Podríais dejar de pisarme, por favor?- dijo una voz justo debajo de sus pies. Los dos dieron un salto atrás, sorprendidos, cuando una especie de alfombra de esparto se levantaba tosiendo- Deberíais de fijaros más por dónde andáis...- se puso de pie y vio un agujero a la altura de su estómago- Genial, y para colmo tus tacones me han hecho un agujero en el traje... Y es mi traje bueno... Con este iba a ir a pedir un crédito para volver a abrir la tienda de magdalenas, y de paso al cerrajero, que no encuentro la llave de la puerta, por eso estaba durmiendo en la puerta... Y ahora, gracias a ti, también tengo que ir al sastre...- dijo mirando a Nuria, que asistía a toda esta perorata sorprendida, con los ojos como platos- ¿Vais a la ciudad, no?- "Ahá"- Os acompaño... Además allí vive una alfombra árabe de la que tengo el teléfono, y ya sabéis dónde se guarda el polvo, ¿no?- guiñó un ojo, pícaro.
Nuria pensaba en que si todo esto era un sueño, era, sin dudarlo, el más raro que había tenido nunca, pero hacía frío, y tenía hambre, y eso no se nota en los sueños.
Siguieron el camino, mientras el hombre de esparto, que a todo esto se llamaba Emilio, les contaba sus aventuras en los zocos de Marrakech, sus viajes por Estambul y una época en la que, después de haber sentado cabeza, vivió en las playas de Malibú con una mujer de esparto...
- Eh... ¿Oís eso?- se notaba un zumbido, como de helicópteros por encima de aquel frondoso bosque- En serio, ¿lo oís?- preguntó Emilio.
De repente, de la nada, decenas de enanos armados con bastones, cayeron de entre los árboles y los rodearon... Teo se zafó de un par de ellos con un par de golpes de brazo, pero cada vez se notaba más oxidado, y le costaba más golpearlos; Nuria clavaba sus preciosos tacones en los ojos de los que le atacaban, pero el pobre hombre de esparto sufría intentando defenderse de los arañazos y golpes que los enanos daban en su querido traje de esparto.
Un rugido ensordecedor dejó a todo el mundo helado, buscando de dónde venía.
Casi sin que se dieran cuenta, una pequeña sombra marrón iba rajando las gargantas de los enanos, que caían sorprendidos, sin saber muy bien qué era lo que estaba acabando con ellos.
Ni diez minutos habían pasado cuando un pequeño koala les guiñó un ojo...
- Hey, ¿qué tal?- su voz sonaba tranquila, como la de un cantante de reagge en plena inspiración- No aguanto peleas en mi zona del bosque... ¿Qué se le pierde a una morena preciosa, a un espantapájaros de latón oxidado y a una alfombra de esp...?
- UN- puntualizó Emilio- UN alfombra de esparto...
- Da igual, hermano, ¿qué hacéis por aquí?
- Yo ando buscando una parada de buses para volver a casa, Leo busca aceite para sus articulaciones y Emilio, bueno, Emilio tiene muchas cosas que hacer en la ciudad...
- Umm, ¿así de favor podríais llevarme hasta allí? Pago yo tu billete, su aceite y el traje... Es que tengo que ir a coger "bambú", ya me entendéis, jejeje... Es que soy un koala... Ya sabéis que a los koalas eso de andar como que no... A todo esto, que creo que no lo he dicho... Me llamo Karlos...
Un par de horas después llegaban a la ciudad, y tras comprar el aceite, arreglar el traje, pasar por el cerrajero, llegaron a la estación de autobuses.
Allí todos se despidieron de Nuria, deseándole suerte en la búsqueda de su ciudad natal.
Ella, tras caérsele un par de lagrimillas, porque no le gustaban las despedidas, se subió al autobus. Los asientos eran extremadamente cómodos y, lo último que vio, antes de caer rendida de sueño, fue un cartel de tráfico en el que ponía: "FOZ".

La alarma de su reloj empezó a sonar y Nuria se despertó sobresaltada. Miró a su alrededor. Estaba en su casa.
- Joder, qué sueño más raro...- dijo acercándose a la ventana y abriéndola. Allí estaban otra vez las ropas de sus vecinos ondeadas por el viento, el semáforo en rojo, como siempre y la calle todavía mojada tras el chaparrón, pero de nuevo soleada.
Sonrió, recordando aquel sueño, había sido bonito y gracioso, cuando de pronto vio algo tirado en el suelo.
Unos zapatos de tacón negro y una tarjetita.
Se agachó y leyó la nota:
"Nuria, gracias por el viaje, 
esperemos que hayas llegado bien, 
te queremos, 
siempre tuyos, 
Leo, Emilio, Karlos

lunes, 5 de enero de 2015

Una foto de familia

-  El niño pegaba a su madre, no le hacía ni caso al padre, tenía a todos sus parientes asustados. Pero la foto de familia era preciosa.
- La familia de ella no lo aguantaba, para la de él, ella era un grano en el culo, el niño estaba consentido por todos. Pero la foto de familia era preciosa.

- Él se tiraba a todo lo que se movía, ella también, el odio entre ellos era palpable. Pero la foto de familia era preciosa.

sábado, 3 de enero de 2015

Queridos Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:
No es que este año haya sido especialmente bueno, pero tampoco especialmente malo, y joder, son 32 años, así que un poquito ya me conocéis, ¿no?
Este año para mi no pido nada, no me lo soléis traer, así que pedir "pa ná" es tontería, por lo que esta vez voy a pediros cosas para mis colegas.
Para mi hermana Noe pido un año tranquilito, que su suegro se recupere y que saque tiempo para poder pasarse unos días por aquí, que la echo mucho de menos, aunque sería la leche que os portaseis y le trajeseis una plaza del ejército aquí en Galicia, eso os lo agradecería mucho. También me gustaría que a su pequeñaja me la cuidaseis muy bien y que crezca grande y tan simpática como siempre, y a Javi, que siga exactamente igual, con lo grande y guay que es...
Para Menchu, tranquilidad, vacaciones, descanso y sobre todo un reloj bueno jajaaja Ah, y una mantita para mi casa, cuando estemos viendo una peli en medio de este frío polar que nos asola...
A Iris, que siga haciendo magia con una cámara de fotos y que de cuando en cuando me acompañe con una pizza delante y horas y horas de risas y buena música...
A Brunete y a Eugenia un bodorrio por todo lo alto, aunque eso sería más un regalo para mi, que me flipan las bodas.
A Samu, que el siguiente enano venga genial y se parezca a él, que eso significará que otro gran hombre andará por este mundo, lo que sería de agradecer.
A Tatiana más aventuras, más fiestas, más curro, más amor, más de cualquier cosa que quiera...
A Pablo y a Lucía mucho curro, mucha tranquilidad, dinero a espuertas, viajes, y que se dejen ver más por dónde yo ando, que también les echo mucho de menos...
A Yaiza traedle un poco más de esa fuerza que tiene, un poco de paciencia zen, y mantenedle esa convicción y esa visión del mundo, y mucha tranquilidad y menos visitias a sitios incómodos.. Y mucha tranquilidad para ella y su pequeñaja...
A Santi, y al resto del grupo, conciertos, muchas rimas, muchas maquetas, y mucha diversión...
Para Carol no puedo pedir otra cosa que no sean libros, y que como a Irys, sigan escribiendo tan bien como lo hacen...
A Saray todas las buenas vibraciones que necesite, todo el apoyo y todo lo que ella necesite, que para algo es mi hermanita pequeña preferida...
A Laura, a Patricia y a los que os gusta lo que escribo, además de que todo os vaya genial que siempre saquéis un poco de tiempo para poder leer y que os saque un sonrisa, que eso sería un gran regalo para mi...
A Aitor, casi mejor que le traigáis la República, que eso seguro que le encanta.
Y a mi querida María... ¿Qué podría pedir para ella? Que el bichito siga creciendo tan bien cómo está, que el trabajo no le falte y que pronto esté al volante de un coche... También pediría que siguiese, cada vez más, sacando esa sonrisa que me encanta y que este año, si no os importa, fuese el mejor año de su vida... Aunque eso también sería un regalo para mi, que me encanta verla así...
Bueno, ya veis que este año paso del egoísmo de pedir cosas para mi, (eso sí, si me dejáis inspiración para seguir escribiendo, os lo agradecería mucho)
Espero que os portéis y traigáis a mi gente lo que os he pedido
Atte:
Karlos